Ayer, por ejemplo, se llevó a cabo el sorteo extraordinario de la lotería Santa Lucía con un pozo para el premio mayor de Q2.2 millones, el segundo con Q300 mil y el tercero con Q150 mil.
Un “loteriazo en plena crisis” puede significar la solución de muchos problemas, pero para la mayoría representa el principio de la ruina.
Sin final feliz
Otro dicho cita: “No todo lo que brilla es oro”. Y es que ganar lotería no siempre significa tener la vida resuelta, porque muchos afortunados, si no cuentan con un plan, lo más seguro es que malgasten este dinero y vuelvan a su situación económica.
De acuerdo a varios estudios estadounidenses, de cien personas que se ganan la lotería, 97 lo gastan sin control y hasta se endeudan, refiere el experto en finanzas Eduardo Palacios. Otras investigaciones revelan que casi el 80 por ciento de los millonarios por azar dilapidaron su fortuna en menos de una década.
Inolvidable
Algunas historias de ganadores chapines documentan los dos lados de la moneda.
Juan*, quien reside en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, hace algún tiempo se llevó el premio mayor gracias a un retraso del autobús en el que fue enviada su encomienda, que consistía en el legajo de billetes de lotería.
Como no le dio tiempo a venderlos y no podía devolverlos, enojado y decepcionado, llegó a su casa y los colocó arriba del ropero.
El día del sorteo tenía la esperanza de obtener algunos reintegros, por lo que verificó la lista, pero para su sorpresa “le pegó al gordo”.
“A partir de ese día su vida cambió, se retiró de su actividad de revendedor y colocó su propio negocio”, cuenta Omar Hernández, directivo del Comité pro Ciegos y Sordos de Guatemala.
Pero el caso de Rosario* nos relata el otro lado de la moneda, pues tras ser la protagonista de un loteriazo en plena crisis, renunció a su trabajo, emprendió un viajó a Europa y compró una casa.
“Su estilo de vida cambió radicalmente en ese momento, pero tiempo después debió trabajar, pues su situación económica volvió a ser la misma”, cuenta una amiga.
Cabeza fría
La psicóloga Ana María Jurado recomienda que después de la euforia de esa gran noticia, los ganadores tienen que sentarse a planificar su futuro y comenzar una nueva etapa con la tranquilidad que da la solvencia económica.
Palacios, autor del libro Cómo hacerla en la vida, aporta varios consejos. Uno de ellos es que las personas no den rienda suelta a sus anhelos, mas bien aprovechen la oportunidad con sensatez.
Esto porque el perfil de quienes compran billetes de lotería no es del que goza de mayores recursos.
Un buen consejo es conservar el capital completo y depositarlo a plazo fijo en, al menos, dos bancos del sistema. “Esto le permitiría vivir de los intereses sin tocar el capital durante varios años”, sostiene Palacios.
Esto mejorará su nivel de vida porque tendrá para pagar deudas y posteriormente invertir en bienes inmuebles. “Un negocio adecuado es comprar bodegas para alquilarlas”, comenta.
Por último recomienda que los nuevos millonarios guarden las medidas de seguridad pertinentes. Esto significa no contar la noticia ni a los familiares. Y en lo posible, seguir con el mismo perfil y costumbres.
* Nombres ficticios.
En el mundo
Powerball y Mega Millions, de California, Estados Unidos, son las loterías que sortean los mayores montos en el mundo.
En enero del 2016, Powerball alcanzó el récord mundial al jugar US$ mil 500 millones. La posibilidad de ganar fue de una entre 292 millones.
El ganador puede elegir que le entreguen el premio en un periodo de 29 años o recibirlo de una sola vez, en este caso paga más impuestos.
Se sugiere que contrate asesoría legal y financiera para tener claro cuánto de sus ingresos le deducirá el fisco para no gastar de más.
La italiana Superenalotto juega el tercer mayor premio con un sorteo de 51.7 millones (US$56.35 millones aproximadamente), de acuerdo con la página Trillonario.com
En España la lotería Once jugará este mes 17 millones (US$18.53 millones aproximadamente). Los fondos los destina a los discapacitados.