“Es por tradición familiar”, dice, orgulloso, el pequeño de 11 años. “Al principio me daba un poco de miedo, pero ahora ya me entiendo bien con mis caballos”, afirma el jinete.
Apenas habían pasado tres meses y cambió de caballo. Era el turno de Media Luna, con el que también estuvo poco tiempo hasta que co noció a Ideeal, un corcel ho landés con el que ha prac ticado durante dos años.
“Cuando me monto en mis caballos me siento grande y fuerte”, confiesa Emiliano, quien comparte la equitación con sus otros dos ejemplares, Royalti, de Guatemala —tiene un año con ella—, y Vega, de Holanda —tres meses—.
De ellos, Royalti e Ideeal son los que monta para com petir. Cuenta que con la yegua le ha costado más, pero con forme pasa el tiempo se co nocen mejor. “Al principio corcoveaba y me costaba con trolarla”, relata, pero eso tam bién le ha ayudado a que sea agresiva al momento de com petir, un factor que le puede ayudar en el futuro, princi palmente porque el corcel apenas tiene siete años.
Wylder Francisco Rodrí guez, uno de sus entrenado res, asegura que Emiliano tie ne un gran potencial y que cuenta con caballos buenos en los que podría destacar.
Actualmente compite en la categoría preinfantil —90 centímetros— y, en ocasio nes, en la abierta —un metro—, pero pronto pasará a la infantil, ya que sus caballos pueden llegar a saltar 1.20 me tros, que es lo que exigen en esa especialidad.
Sus pasatiempos
La vida del jinete no se centra en el club de equitación El Cortijo, en San José Pinula, al que asiste tres días a la semana —además llega uno al hípico Pulté—.
Por las mañanas asiste al colegio Kyool, en donde cursa tercero primaria. Allí integra el equipo de futbol, otro de sus deportes favoritos, del que admira a jugadores como el delantero nacional Carlos el Pescado Ruiz, del DC Uni ted de la MLS, y al argentino Lionel Messi, del Barcelona.
Pero sin duda su héroe y mejor atleta es su padre, como él dice.
Por las noches, además de hacer tareas, juega nintendo y comparte con su hermana Va leria, quien no se dedica a los caballos.
Emiliano sueña con ser un gran jinete. Ya ha participado en Panamá, Colombia y We llington, Florida, Estados Uni dos, y espera crecer cada día en este deporte, donde su me jor premio es el cariño que le demuestran sus caballos.