Del rugby al futbol
Nacido en Belfast, el 22 de mayo de 1946, fue el primer hijo del matrimonio formado por Dickie Best y Anne Wit hers, quien falleció en 1978, cuando su hijo mayor contaba con 32 años de edad, de una enfermedad relacionada con el alcohol. A George le seguirían cuatro hijas, Carol, Bárbara, Julie y Grace. El sexto vástago sería Ian. Primero, su vida transcurrió en las calles de Cregagh. Allí empezó a regatear autos, simulando ser Stanley Matthews; a disparar a paredes imitando los poderosos disparos de Ferenc Puskas, sus héroes de la pos guerra. Quería ser como ellos. Pero tenía un problema: su extrema delgadez, lo que lo llevó a empezar en el rugby. Ahí ganaría potencia de piernas, trabajaría su elasticidad y aumentaría su facilidad de desequilibrar al rival. Pero el futbol no lo había perdido. Seguía jugando con sus amigos, con los que explotaba su talento asilvestrado.
Empezó a compaginar los dos deportes, pero todo lo liquidaría un telegrama enviado por un ojeador: “Creo que he encontrado un genio”. El destinatario era Matt Busby, factótum —persona de confianza— del Mánchester United, que seguía reconstruyendo su equipo tras haber perdido a una generación en un accidente de avión en Múnich, en 1958. Busby fue a observar al joven, y al verlo no lo dudó un segundo. “Se viene con nosotros”, dijo.
El 16 de agosto de 1961, y con apenas 15 años de edad, comenzaba una carrera que tendría su puesta de largo en 1963. El día que cumplió 17 años firmó su primer contrato profesional con el United, y en septiembre de ese mismo año debutó con la camiseta de los Diablos Rojos, aunque ya era una figura en ciernes en las categorías inferiores.
Su primer partido lo sos tuvo el 14 de septiembre. El rival, el West Bromwich Al bion. Ese día, quizá por el momento, los nervios lo trai cionaron al principio. Según fue transcurriendo el tiempo e irse asentando en su puesto de extremo derecho, Best em pezó a dar forma a su estilo de juego. Recibía el balón y dri blaba una y otra vez al lateral izquierdo, un rudo galés lla mado Graham Williams. Unos años después, ambos ya exjugadores, coincidieron en un acto de beneficencia. Wi lliams se acercó a Best y lo golpeó ligeramente en la es palda. Best se volvió y, al verlo pensó que Williams le iba a pegar por haberle humillado aquel día.