Ese primer viaje del en tonces presidente de la Fifa tuvo un impacto extraordinario a escala mundial. El fut bol ya no solo era un deporte entre dos equipos, entre dos países, sino un instrumento para influir en el rumbo po lítico y social.
Sirva como ejemplo que la Fifa reconoció antes la existencia de Palestina y sus de mandas que cualquier otra institución, incluida la Unión Europea. La postura se ha mantenido desde entonces y Blatter ha hecho como presidente de la Fifa lo que nadie había logrado antes.
Inculca sueños
Abrió escuelas y propulsó el futbol en países muy mi noritarios, alejados de los que siempre dominaron este ne gocio y sus hilos.
Llevó el Mundial por pri mera vez a Asia, en el 2002 —Corea y Japón—, y a África, en el 2010 —Sudáfrica—, algo impensable años atrás.
Involucró tanto a las fe deraciones pequeñas que les inculcó el sueño de poder al bergar un torneo tan grande como este. Lo impensable. Catar, que será sede en el 2022, es el mejor ejemplo de que el futbol ya llega a todos los confines del mundo, a los que tuvieron siempre una tra dición grande y a los que se han contagiado ahora que se ven importantes.
La misión “evangelizado ra” avanza. Esto ya no es un club selecto. El futbol es mun dial, la mayor multinacional de la historia. Con lo que ello significa a nivel de negocio e ingresos.
Precisamente por eso, por tratarse de una gran máquina de hacer dinero, han apare cido en los últimos tiempos casos de corrupción entre componentes de la propia Fifa.
Ocurre a gran escala cuan do las cifras que se mueven son las que son. En cualquier sector. Pero Blatter fue in flexible.
Panorama oscuro
Ensuciar la buena imagen que su organismo tenía por una cuestión así le hizo actuar con la máxima severidad po sible. Todo aquel que estu viera implicado en estos su puestos casos de corrupción sería apartado.
Así, y solo así, se volvería a tener entre los aficionados la sensación de limpieza que Blatter demanda. Pese a ello, una información destapada por la revista France Football, respecto de la extraña de signación de Catar 2022, vuel ve a poner a la Fifa en en tredicho.
“El futbol lo quieren co rromper unos cuantos dia blos. No hay que olvidar que esto es un juego. Hay que tener tolerancia cero con ellos”, dijo el presidente en alguna ocasión, para referirse al particular virus que les ace cha. Y no es un mensaje cual quiera. Es claramente un mensaje destinado a aquellos que dirijan las riendas del or ganismo en los próximos años. Porque habrá vida más allá de Blatter y el cambio está cada vez más cerca.
De hecho, el actual pre sidente ya ha deslizado que las próximas elecciones, las del 2015, no serán las suyas.
“Tendré 79 años y llevaré más de 40 en la Fifa, casi 20 ejerciendo la presidencia. Creo que es suficiente. He dado al futbol todo lo que le tenía que dar”, dijo en un congreso de la Uefa, con Pla tini escuchándole atenta mente.
El candidato
El cruce de miradas entre los máximos dirigentes de Fi fa y Uefa es algo más que un juego entre las dos grandes personalidades del mundo del futbol.
En realidad, el escenario y el momento que Blatter es cogió para insinuar su adiós fueron los que de verdad quería.
Su último objetivo antes de abandonar es que su sucesor sea alguien que trate de sal vaguardar el futbol como él lo ha hecho.
Alguien que vigile este de porte con rigor y disciplina, pero también con pasión y sentimiento. Alguien vincu lado al futbol, más que a la política, que conozca los pe ligros de llevar este deporte por el mal camino. Y Platini parece el más indicado.
El exfutbolista francés ha hecho en Europa algo pare cido a lo que Blatter en el mundo: favorecer a los más desfavorecidos.
Dio ayudas a federaciones modestas para que mejoraran su infraestructura y el nivel de sus canteras. Llevó la Euro copa a naciones sin experien cia, como Ucrania y Polonia, para que se sintieran partí cipes del máximo torneo de selecciones del continente.
Impulsó la Europa League para que los equipos de los países con menos arraigo y posibilidades también disfru taran de un torneo de clubes a escala internacional.
Su último objetivo es au mentar el número de equipos que juegan la Champions para que Barcelona, Madrid, Bayern o Mánchester United, los gigantes de Europa, también se paseen por países de se gunda fila, y no solo por don de habitualmente lo hacen.
Por eso la transición más lógica y la que el propio Blatter espera es la que llevaría a Platini de la Uefa a la Fifa.
Cuenta con el apoyo casi incondicional del futbol eu ropeo y podría arrastrar tam bién el de Blatter en otros continentes si este finalmente lo acaba apoyando en forma pública.
“No es una cuestión que dependa solo de mí”, ha reconocido el francés.
“Me voy a reunir con las 53 federaciones que conforman la Uefa, con presidentes y vi cepresidentes, y vamos a de batir sobre cuál es la mejor opción y quién sería el más indicado en caso de presentar una candidatura. No puedo anunciar nada oficialmente hasta que hable con todos”, expresó.
Comentarios con la boca pequeña que presagian algo sólido. Blatter y Platini. Pla tini y Blatter.
El presente de uno parece el futuro del otro. El relevo en lo alto de la Fifa aguarda hasta el 2015. Empezará entonces la vida después de Blatter. ¿La vida con Platini?