En 1699 se hizo la solicitud de enviar monjas clarisas del convento establecido en Puebla de los Ángeles, entonces localidad del virreinato de la Nueva España, hoy México. Hubo muchas voluntarias. “De las muchas monjas que se ofrecieron para tan santa obra, se eligieron seis …. y nombraron por prelada a la madre Micaela de la Concepción”.
Salieron de allá el 19 de octubre de 1699 y llegaron a Guatemala en diciembre.
Entre sismos y devociones
La procesión que hubo aquel 14 de enero de 1700 fue majestuosa, primero de la entrada de la ciudad hacia la Catedral y después al convento. El edificio original fue dañado por temblores en 1717. Se le cayó el techo y la reconstrucción tardo 17 años.
Las ruinas que actualmente se conservan, datan de la construcción de 1734, efectuada bajo la dirección del arquitecto mayor Diego de Porres. Tenía celdas para 46 monjas, salones de trabajo, enfermería y refectorio (comedor). Muchos de estos espacios aún existen y el público puede visitarlos.
Joya artística
Uno de los detalles que caracterizan a este convento es que la fachada de su templo no da a la calle sino que se encuentra en un patio interior. En ella se pueden observar las características columnas serlianas, así como figuras de ángeles y santos. Ciertamente, la imagen que estuvo en la parte superior, muy probablemente la Virgen de Dolores, patrona de las clarisas, se perdió en algún temblor.
Después de los terremotos de 1773, la bóveda del templo quedó dañada, pero se derrumbó hasta 1874. Las monjas lo abandonaron para trasladarse a la capital en 1777.Allí permanecieron hasta que fueron expulsadas del país por orden del general Justo Rufino Barrios, coincidentemente en 1874. H
Hasta 1944 el lugar un terreno de siembra de milpa y en 1974 comenzó la restauración.
Su magia y misticismo hechiza hasta al visitante más escéptico.