En varias partes de la ciudad capital se han observado cientos de personas mientras llevan a cabo esta tradición, cuyo nivel de importancia es igual a la de la quema del diablo, la creación de alfombras o las populares procesiones.
En la colonia Justo Rufino Barrios, ubicada en la zona 21, vecinos de la familia de Marco Tulio Mata Peña se reúnen como todos los años a llevar a cabo la quema de Judas.
Mata Peña, que este 2023 cumplirá los 85 años, dice que esta tradición lleva más de 43 años en su familia, y que en un principio se tornó difícil por la falta de materiales y al tratar de unir a los vecinos para esta tradición.
“En un principio no hallábamos cómo hacerle, pero poco a poco encontrábamos la manera de conseguir los materiales y de conectar a los vecinos con esta tradición”, dice Mata Peña.
Cuenta que, con el pasar del tiempo, los vecinos de la colonia Justo Rufino Barrios se interesaron más en esta tradición, al punto de que, semanas antes de que se llevara a cabo, le traían a Mata Peña materiales como ropa y fuegos pirotécnicos para que se lograra la quema de Judas.
Mynor Keneth Mata Aquino, de 59 años e hijo de Marco Tulio Mata, recuerda con alegría cuando tenía ocho años y, junto con sus otros hermanos, recorrían la colonia con una carreta de albañil para recolectar los materiales para la quema de Judas.
“No sentíamos muy emocionados porque la gente nos colaboraba para la tradición, ya sea con una ametralladora, cuetes o dinero”, dice Aquino.
También cuenta que, antes de quemar el muñeco de Judas, leen en voz alta su testamento, ya quede acuerdo con el cristianismo, Judas Iscariote vende y traiciona a Jesús por 30 denarios.
Roberto Ruiz, de 76 años, es vecino de Marco Tulio Mata, y dice que durante estos años han visto cómo esta tradición ha ido captando más la atención de los vecinos de la colonia Justo Rufino Barrios.
“Es una tradición muy hermosa, nos reunimos los vecinos y siempre vemos cómo llevarla a cabo, ya que es nuestra forma de celebrar la Semana Santa”, dice Ruiz.
Dice que los vecinos buscan que esta tradición nunca se extinga, y afirma que en varias partes de la ciudad la quema de Judas ya no se hace. Por ello, Ruiz cuenta con emoción como este es un momento especial no solo de la Semana Santa, sino un momento de convivencia entre vecinos y familiares de la colonia.