Para el caso de Guatemala, al país lo afectan sistemas tanto en el Pacífico como el Atlántico. La temporada del Pacífico se extiende del 15 de mayo al 30 de noviembre, y la del Atlántico, del 1 de junio al 30 de noviembre, ambas coinciden con lo que llamamos época lluviosa.
Varios centros de investigación que llevan a cabo pronósticos sobre cómo será la temporada, coinciden en que la de este año tiene una alta probabilidad de tormentas más fuertes, basado en comportamiento en años anteriores.
Los estudios de la Universidad de Colorado y uno reciente de la NOAA (Agencia oficial de Estados Unidos a la que pertenece el Centro Nacional de Huracanes) revelan que el calentamiento global ha aumentado la temperatura del mar en las regiones donde se forman los ciclones tropicales, redundando en que aumente la frecuencia e intensidad de estos fenómenos.
Lo normal es que se formen 12 tormentas tropicales nombradas en el Atlántico y un tanto igual en el Pacífico, aunque este podría tener una temporada normal. Para el Atlántico se esperan 16 tormentas este año, de las cuales ocho podrían convertirse en huracanes, cuatro de ellos intensos. Esto de ninguna manera indica que vayan a afectar a la región centroamericana.
La región centroamericana prepara un pronóstico estacional cada cuatro meses con todos los países miembros del Sica, organizado por el Comité Regional de Recursos Hidráulicos (CRRH).
En estos foros regionales participan meteorólogos e hidrólogos de toda Centroamérica, validan sus pronósticos estaciones y coordinan sus investigaciones sobre lo que esperan para los próximos meses. Esta es una de las actividades que tiene muchos años de hacerse y es una gran muestra de integración regional.
Según el Foro Climático Regional, la mayoría de los modelos pronostican una actividad ciclónica activa este año y las probabilidades de ser afectados de manera directa e indirecta por uno o dos ciclones tropicales son más altas comparado con un año normal, principalmente a finales de julio.
Recordemos que por las condiciones geográficas y sociales, Guatemala tiene alta vulnerabilidad a fenómenos naturales y, particularmente, a ciclones tropicales. Solo recordemos eventos como Agatha, Mitch o Stan, entre otros. Sabemos que todos los años se registran daños por lluvias, inundaciones y deslaves.
Es por esto que los ciudadanos debemos conocer los riesgos, prepararnos lo mejor posible y mantenernos informados, y siempre seguir las directrices de la Conred y el Insivumeh.