Estas pastillas, que se ingerirán mediante una cápsula, contienen pequeñas partículas magnéticas que pueden viajar por el flujo sanguíneo en busca de células malignas y reportar lo que encuentran a un sensor que porte el usuario.
Según dio a conocer Google, el invento aún se encuentra en fase experimental, y podrían ser necesarios entre cinco y siete años hasta que se complete.
Aún así, Google cree ver muchos usos potenciales de la tecnología. La empresa dijo que sería posible desarrollar una prueba para detectar enzimas generadas por placas en las arterias que estén a punto de estallar y causar un infarto o un derrame cerebral.
Las nanopartículas se adherirían a las células malignas y transmitirían información a los dispositivos que se portan.
Esto permitirá “ayudar a los médicos a detectar enfermedades desde sus inicios”, subrayó el consorcio. Agregó que también estudiará el potencial de las nanopartículas para detectar células muy raras, como las tumorales en movimiento, o medir los cambios progresivos de elementos presentes en la sangre, como el exceso de sodio.
Google destacó que, tecnologías desarrolladas durante los últimos años como sensores diminutos y poderosos microscopios, han alentado la esperanza de nuevos sistemas de diagnóstico.
LABORATORIO DE IDEAS
Este proyecto es el esfuerzo más reciente que sale del laboratorio Google X, que ha tratado de abrir nuevas fronteras tecnológicas para mejorar la calidad de vida de las personas.
La misma división también trabaja en otros proyectos excéntricos que tienen poco que ver con la actividad principal de Google, la búsqueda de información y la publicidad en internet: vehículos autónomos, los lentes inteligentes Google Glass, globos que conectan a los usuarios con internet desde el espacio y lentes de contacto que miden la glucosa en las lágrimas.
Con información de EFE, AP Y AFP