Y así continuaron los ardientes bohemios bebiendo hasta que dieron las doce de la noche.
Y se levantó el poeta, con su mano tambaleante alzó la copa y dijo: ?Jamás jugaré al fútbol con Dios porque a mí el fútbol no me gusta además porque con Dios no se juega?.
Y la gente no paraba de aplaudir. Pero los mariachis callaron, de su mano sin fuerza cayó una copa sin darse cuenta.
Así es, queridos amigos, como llegamos al 1 de enero del año 2003 y en torno a una mesa de oficina nos preparamos para recibir al Día de Acción de Gracias y todos sus menesteres.
Zanahoria asciende a las montañas de basura e invoca el espíritu de sus lectores.
Que la faz de la tierra esté con todos vosotros.
Y ahora comienza a predicar todas las verdades del planeta. Asegura que habrá una catastrófica guerra de acetaminofén, pues por el cuerpo de los hombres ha descendido la Gran Ramera. Además predice las más crueles condenas dirigidas a todos los bandoleros de la tierra. De su chibola de cristal emergen predicciones fatales: Señores del mundo criminal, no cesaremos hasta encontrarlos. Donde quiera que se escondan serán alcanzados por el brazo poderoso del oso Sinforoso. ¡Serás capturado, Bin Laden, tú y tu hermano Al Qaeda perecerán el 5 de julio de 1999! O algo así.
Ahora pongan mucha atención a las Divinas Palabras del Señor Nariz de Zanahoria: Serán llevados a Pavoncito quienes corten arbolitos navideños que no sean canadienses; es decir, serán capturados todos los canadienses que corten arbolitos navideños; los capturados con arbolitos navideños serán canadienses. O algo así, también.
Zanahoria está ofreciendo sus predicciones anuales, espero que a estas alturas ya se haya notado. Pero tengan cuidado porque andan muchos locos sueltos y falsos profetas que profetizan profecías erróneas. Sólo Él tiene la verdad, no se equivoque: Zanahoria le predice que durante los primeros meses del año nos libraremos de la Navidad para volver, como los eclipses, hasta diciembre del 2003.
Tal como lo profetizó a principios del año 2002, la canasta básica fue en aumento y no cayó una bola de fuego al centro de esta Gran Nación, tampoco hubo fin del mundo este año, y con toda seguridad no habrá fin del mundo en el 2003. Estamos vivos, seguimos vivos. Así lo indican las estrellas excitadas que brillan sobre la garganta irritada del Gran Nariz.
Los días de meditación son los que irán del 1 de enero al 31 de diciembre del año dos mil tres, les guste o no les guste. Mantenga reposo. Los asteriscos recomiendan que este año sean guardados los días de trabajo y las fiestas de guardar.
Este año 2003 los capricornios serán doblemente bendecidos; nadie sabe cómo ni por qué razón, pero serán favorecidos por el Ciclo Vital de la Nueva Horma.
En el fútbol: los equipos seguirán perdiendo y se anuncia una catástrofe de goles, la Selección Nacional de Fútbol no irá a ningún mundial en docenas de años.
(Ommmmmm, el ?I Ching? responde: tus predicciones son fatales este año, Zanahoria).
Mejor nos despedimos con una canción: ?La temperatura no se sube ni se reduce, solamente se encapricha?.
Pero, como siempre, recuerde que este año habrá en el mundo grandes sucesos, habrá otros pequeños sucesos y además sucesos intermedios. Zanahoria ha invocado a los cuatro puntos cardinales, a las fuerzas mayas y a las vietnamitas; ni siquiera sus colegas del Kama Sutra, del Bagavad Gita, ni Kalimán ni Urbano Madel tienen tanto acierto como Zanahoria Corazón del Cielo…
Hasta el otro año, dulces lectores.
