Esta aislada zona de la sierra es disputada por grupos del crimen organizado por ser utilizada para el cultivo de amapola.
Autoridades de Guerrero habían dado varios reportes más temprano que daban cuenta de siete a diez muertos y 20 heridos.
El choque empezó la noche del martes en la remota comunidad de El Naranjo y “lo que tenemos hasta ahora son siete personas muertas”, dijo a la AFP una fuente de la secretaría de Gobernación de Guerrero que pidió el anonimato.
Los agentes de la fiscalía del estado “están indagando los hechos del enfrentamiento entre bandas criminales”, añadió la fuente sin dar más detalles.
La fiscalía del estado indicó en un breve reporte que “diversos enfrentamientos entre sicarios” en El Naranjo dejaron al menos 20 personas heridas de bala, que están siendo atendidas en un hospital de la zona.
En base a reportes de ese centro médico, el secretario de gobierno de Guerrero, David Cienfuegos, dijo previamente a Milenio Televisión que el choque habría dejado 10 muertos y 20 heridos, pero aclaró que los agentes están investigando para confirmar esas cifras.
“Al parecer no está involucrada ninguna fuerza armada federal ni estatal”, señaló el funcionario, sin poder determinar las causas o grupos participantes en el enfrentamiento.
murieron y 20 resultaron heridos después del enfrentamiento ocurrido en la comunidad de Tlacotepec, Guerrero.
Tlacotepec, a unos 115 km de Chilpancingo (capital), es “una de las principales regiones vinculadas a la siembra de la amapola”, sin presencia de grupos de autodefensas y patrullada por fuerzas federales, según Cienfuegos.
Guerrero es la convulsa región donde en septiembre pasado desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa que, según la fiscalía general, fueron brutalmente asesinados e incinerados por narcotraficantes coludidos con policías.
En los últimos días, Guerrero ha vuelto al foco informativo por los episodios de violencia desatados en la localidad de Chilapa, donde el candidato oficialista a la alcaldía para las elecciones del 7 de junio fue asesinado.
Días después de este crimen, un grupo que se identificaba como policía comunitaria desató el pánico en la ciudad al desarmar a la policía local supuestamente para defender a la población de un cartel de la droga.