“Esto no tiene un impacto inmediato sobre la calificación, porque es algo que ya se estaba observando,” aseveró.
El analista mexicano agregó que si se comparan los ingresos de la recaudación de importaciones con los del IVA y el ISR, los primeros son relativamente menores.
Barceinas resaltó que Standard & Poor’s siempre hace énfasis en que Guatemala tiene las tasas más bajas de recaudación entre los países que califica la firma.
César Arias, de Fitch Ratings, indicó que la calificación seguirá igual y resaltó que la recaudación es solo uno de las aproximadamente 20 variables que es usan.
Según el economista, la baja en la calificación de Guatemala de BB (+) con perspectiva negativa a BB estable estuvo en parte justificada por la baja recaudación.
“Hoy, las noticias nos dan la razón en el sentido de que eso está afectando la capacidad recaudadora y como ya está incorporado en la calificación BB, no creemos que vaya a provocar una nueva baja”, explicó Arias.
De acuerdo con el ejecutivo de Fitch Ratings, el actual diseño institucional del país impide que haya una solución de corto plazo en ese tema.
Por una parte, las autoridades tienen problemas institucionales, mientras que por otro, “la misma corte judicial ha tomado decisiones que devuelven las reformas que se habían tratado de hacer” como en el caso del impuesto a la telefonía celular, aseguró Arias.
Además, añadió, la noticia del hallazgo de la red de contrabando se traduce en un “desincentivo” para que el sector privado contribuya con el pago de sus impuestos.
Óscar Jasaui, presidente de la firma Pacific Credit Rating (PCR), otra de las calificadoras internacionales, opinó que el deterioro de la imagen pública podría poner en riesgo la recaudación, la que, según cifras del Ministerio de Finanzas Públicas, se ha situado en el 11% del PIB, porcentaje bajo en comparación con el promedio de la región centroamericana (13.7%) y de los más bajos de América Latina (promedio de 21.3%).
Según Jasaui, hasta ahora se conoce que se ha logrado recaudar solo el 22.4% de lo presupuestado para el año, por lo que un mejor desempeño dependerá de la agilidad y buena respuesta de la SAT para subsanar dicho problema.