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Oacnudh condena hechos violentos en Sololá

El representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), Alberto Brunori, señaló que esta entidad “condena fuertemente” los hechos violentos ocurridos el domingo último en Sololá, y más aún el caso de linchamiento que representan una barbaridad.

El domingo último, una turba vapuleó y quemó al alcalde de Concepción, Sololá, Bacilio Juracán Lejá. Los incidentes comenzaron luego que se registrara un ataque armado en contra del excandidato a alcalde Lorenzo Sequec Juracán. En la balacera  murieron Lesbia Noraida Sequec Bocel, de 17, y Hermelinda Solís Bocel,16, hija y sobrina respectivamente del funcionario.

Brunori indicó que de acuerdo con información preliminar recibida, los lleva a condenar los hechos violentos del domingo, tanto el primer caso en el cual fue atacado Sequec Juracán por un grupo de personas aparentemente armado, donde incluso murieron menores edad, y luego el linchamiento de Juracán Lejá.

Resaltó que los linchamientos no corresponden al sistema de justicia y recordó que en lo que del año alrededor de 130 personas han sido afectadas por este tipo de hechos violentos y que se calcula que hay entre 20 a 30 muertes.

Agregó que todos los años “el Alto Comisionado  reitera que el linchamiento no es una práctica indígena, no es una forma de justicia, realmente lo que es, es una barbarie y condenamos fuertemente esas medidas, como condenamos que haya grupos armados que se movilizan libremente que habrían intentado  asesinar al señor Lorenzo Sequec”.

Censura

La procuradora adjunta II de los Derechos Humanos, Hilda Morales, señaló que el linchamiento al alcalde de Concepción, Sololá,  es una situación censurable que debe ser perseguida por la ley, que no puede quedar en la impunidad, pero también requiere de hacer mucha conciencia y sensibilización en la sociedad.

“Lamentamos mucho la muerte del alcalde. Es de conmovernos ante una situación de fuerza y de violencia que parece estar inserta en la mayoría de personas en Guatemala, que se responde con violencia a hechos que pueden resolverse a través del diálogo”, afirmó.

Agregó que los linchamientos son un delito y obedecen a conductas que están fuera de la sociedad.

“Nos coloca lamentablemente en un plano de un país incivilizado, un país que vive en la barbarie, un país que no puede resolver sus conflictos a través de las normas que se dan en otras sociedades”, aseveró.

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