La gremial de panaderos dijo en esa oportunidad que el aumento en el precio del producto ocurriría únicamente si se emitía una disposición unilateral ordenando el incremento. Agregaron los de la gremial que no estaban de acuerdo con la forma como los trabajadores habían planteado el aumento salarial, porque no había existido ningún diálogo, contrario a lo manifestado por los panaderos.
En ese entonces el gremio de panaderos era una de los mejor pagados en todo el país, por lo que parecía extraña la actitud negativa de parte de los trabajadores, que al final, según los miembros de la gremial, dañaría la economía de los guatemaltecos a la vez que solicitaban la intervención del entonces presidente, Oscar Humberto Mejía Víctores, para solucionar la situación de la mejor manera.
Se acabó el pan
Ante la situación, las panaderías de la capital vendieron rápidamente el producto, como consecuencia de una demanda extraordinaria por parte del público, ya que según rumores no se vendería pan debido a una huelga de los panaderos que exigían una mejora en sus salarios.
Mientras eso sucedía en la ciudad de Guatemala, en el vecino municipio de San José Pinula, alrededor de cien panaderos desfilaron, portando pancartas, en apoyo a la huelga declarada en la capital. La mayoría de manifestantes eran campesinos con sombrero de petate y algunos descalzos “pedimos mejores salarios” se leía en un cartel. La manifestación se realizó de forma pacífica y las fuerzas policiales no intervinieron.
En las panaderías grandes, el producto se agotó en veinte minutos, los clientes que ya esperaban, compraron toda la existencia, vaciando las sucursales y dejando solo los pasteles. Según menciona la nota de Prensa Libre: “El señor Mario Córdova fue sorprendido por nuestros reporteros cuando salía de una panadería, donde diariamente compra 20 pirujos; pero esta vez llevaba un recipiente con 150 panes, para no quedar sin el alimento para la familia, expresó”.
En el centro las personas buscaban comprar el tradicional pan francés; sin embargo, se tuvieron que conformar con pan en rodajas. Los empleados de los establecimientos se limitaron a decir: “El problema va a ser mayor mañana”.