Osberto Gómez, historiador y director de la Casa de la Cultura de Mixco, refiere que después de la llegada de los españoles al país, se adoptó el uso del conífero para cualquier celebración. “Ahora es común ver pino en bodas, procesiones, nacimientos y todo tipo de fiesta. Antes se depositaba como ofrenda en altares y tumbas“, agrega.
En una foto tomada por Eadweard Muybridge, en 1875, se observa que se vendía pino frente a la Catedral Metropolitana.
PRODUCTOS
El pino ha sido una fuente de ingresos para muchas familias. Maité Estrada, de 65 años, se ha dedicado durante más de medio siglo a vender este producto por mayor en el Mercado Colón, zona 1.
Además del pino que se tira en el suelo, quienes negocian con este conífero también han elaborado otros artículos como los “gusanos”, que son largas trenzas teñidas con añelina y que se cuelgan en las paredes para decorar.
Otra variante de los productos que surgieron con esta tradición son las coronas, que se colocan como adorno, acompañadas de los “gusanos”.
Muchos acostumbran a comprar pino y manzanilla por el olor que ambos brindan.
Osvaldo Hernández se dedica a vender pino durante todo el año. Asegura que distribuye las mismas cantidades anualmente; sin embargo, aunque siempre se venda, las nuevas generaciones ya no lo compran, sino solo quienes tienen la costumbre muy arraigada por tradición generacional.
Detalles del ornamento.
– El pino (pinus spp) pertenece a la familia Pinaceae.
– Hay unas siete especies de pino.
– Los bosques en donde crece se encuentran principalmente en Huehuetenango, San Marcos, Quiché, Baja Verapaz y Totonicapán.