Además, expresan que no es necesario comenzar a cumplir estos objetivos específicamente a inicio de año, ni un lunes, sino que puede ser en cualquier momento una vez nos sintamos preparados y con entusiasmo para lograrlo.
“El inicio de año nos lleva a reflexionar acerca de qué queremos lograr en los próximos meses. Sin embargo, la idea de una nueva oportunidad para cambiar algunas cosas puede darse en cualquier mes”, afirma Geovanni Monzón, coach de vida.
El profesional agrega que cuando no conseguimos lo que nos proponemos se genera frustración y nos vendemos excusas a nosotros mismos con frases como “no es tan importante”, “igual hice esto otro” o “hay otras prioridades”. También nos enviamos mensajes negativos que dañan nuestra autoestima, por ejemplo, “soy un desastre, no pude hacerlo” o “nunca acabo lo que empiezo”, por lo que es importante tratarse con respeto y bondad.
Para lograr nuestros objetivos los especialistas recomiendan seguir siete pasos:
Definir el propósito
Es común que creemos propósitos demasiado ambiguos o que no dependan del todo de nuestras acciones, sino de alguien más, por ejemplo “encontrar trabajo”. Esto, aunque depende de gran parte de nuestro esfuerzo, también del azar y de las oportunidades que se presenten, por lo que es mejor redefinir el objetivo según nuestro papel, como “movilizarme para encontrar trabajo en este sector y en tal zona. Buscaré oportunidades en estas empresas, en estas páginas de empleo, etc.”.
Si las condiciones que no dependen de nosotros no se ven favorables, entonces establezca otras rutas que lo lleven a un propósito parecido al original. Es decir, si su objetivo es encontrar trabajo, podría ampliar la búsqueda a otros puestos de trabajo, a otras empresas o considerar emprender un negocio.
El propósito debe ser realista y medible
Los objetivos deben ser acciones que podremos hacer nosotros mismos, por ejemplo “revisar todos los días ofertas de trabajo” o “dedicar un día a la semana a descansar y hacer algo que me apasione”; evite que estos dependan completamente de otras personas.
También debe ser realista, no podrá ser un escritor famoso de la noche a la mañana, pero quizá sí podrá tomar algún curso de escritura o comenzar a practicar su narrativa. El plantear el tiempo preciso para su ejecución también es ser realista, ya que no podrá dedicarse a escribir lo que más le gusta todos los días 6 horas al día, si trabaja 8 y además tiene otras responsabilidades.
“Tampoco es recomendable plantearse 12 propósitos en el año. Es mejor que sean 2 o 3, los cuales sean realistas y planificar bien el tiempo para cumplirlos”, dice Jessica Alvarado, psicóloga clínica.
¿Qué acciones concretas hará para cumplir?
Este paso es el plan de acción que realizará para cumplir su objetivo. Lo ideal es que su deseo se divida en acciones diarias, las cuales podrá medir su avance.
Si su propósito es estudiar una maestría, las acciones serían: elegir la maestría, solicitar información al respecto, sobre todo el costo, si debe ahorrar para pagarla, entonces planifique cuánto debe ahorrar al mes (o cada quincena) para poderla pagar. Luego, al tener el tener la inversión, inscríbase y plantee dedicar X horas al día al estudio, etc.
Hacer las cosas de una en una nos acercará más fácil a nuestro propósito. Cuando ya tenga todas las acciones, entonces colóquelas en un calendario para organizar su nueva rutina.
Busque motivación
Si su círculo cercano de personas sabe de su propósito puede ayudar a cumplirlo. Puede ser que sus amistades también tengan el deseo de llevar una mejor alimentación, entonces será más sencillo que juntos lo cumplan ya que cuando se reúnan podrán entre todos apoyarse a pedir platillos que vayan acorde a sus objetivos.
Incluso, pueden ser apoyo en los momentos de flaqueza. “Cuantos esto ocurra, cuando tengamos esos momentos de debilidad no debemos ser duros con nosotros mismos. Es normal que un día queramos comida rápida, entonces comámosla y al día siguiente retomamos nuestro plan alimenticio. Es importante darnos esos gustitos, pero que no abandonemos nuestro proceso”, opina Alvarado.
Mida su progreso
Cuando ya se tienen las acciones en un calendario y hemos determinado nuestro grupo de apoyo o motivación, entonces manos a la obra. Es momento de comenzar a caminar por ese propósito.
Dentro de ese plan de acción es vital incluir una autoevaluación periódica, podría ser semanal o mensual, para ver cómo se ha ido avanzando y si no es así, determinar qué ha provocado el retraso.
Ante los problemas, soluciones
Es común que las metas se vean retrasadas por problemas, o factores externos, pero es importante determinarlos para poder corregirlos. Cuando los haya identificado entonces se debe rediseñar el plan de acción tomando en cuenta estos imprevistos y retomar el plan una vez pasado el problema. Lo vital es seguir avanzando hacia el propósito, aunque no sea al ritmo esperado.