Vida

“Del amor y otros demonios”

Cuando hay maltrato en el noviazgo, también lo habrá en el matrimonio

Desean navegar juntos, pero parece que uno de los dos se confundió de barca. Pues en lugar de crear un clima de amor, predomina la incomprensión, los celos y la agresión.

Toda relación debe tener una pizca de cada ingrediente: pasión, celos, mimos, cuidado, protección.

Esas pequeñas dosis de emocionalidad hacen una relación inolvidable, pero cuando la convivencia ya no es armoniosa, puede ser porque hay un exceso o carencia de cualquiera de éstos.

Y esto es precisamente lo que está pasando en las relaciones sentimentales de muchos jóvenes.

De hecho, en la actualidad la mayoría de los padres se quejan de la mala convivencia que llevan sus hijos en el noviazgo, pues el mayor tiempo que comparten es para discutir y pelear.

Es importante analizar qué está sucediendo, con más razón si los adultos contribuyeron en el refuerzo de esas actitudes y brindar la orientación necesaria para evitar que en el futuro se sigan estos patrones porque según los especialistas, cuando hay una relación muy agresiva en la primera fase, el noviazgo, ésta misma continuará en la segunda, es decir, en el matrimonio.

El inicio

El psiquiatra César Octavio Reyes López, del departamento de Medicina del Hospital San Juan de Dios, explica que el noviazgo en los adolescentes está basado en una conquista de tipo emocional, en la que cada uno de los implicados tiene sus objetivos y nunca llegan a fusionar.

En este tipo de relaciones lo único que prevalece es la atracción física, interés, duda y curiosidad, indica el doctor Reyes.

Primero amistad

Los adolescentes se equivocan en iniciar un noviazgo cuando lo aconsejable es fortalecer la amistad.

Esto ayudaría mucho para aclarar los sentimientos, pues hay algunos que buscan a una pareja porque han carecido de afecto, y ?creen que es amor de pareja lo que requieren, pero lo que necesitan es el afecto de mamá o papá?, señala la psicóloga Ligia de Chacón, de la clínica de adolescentes de APROFAM.

Si continúan este primer proceso, el amor es recíproco y hay sentimientos más profundos, entonces pueden pasar a la etapa de noviazgo, siempre y cuando se haya adquirido madurez.

Celos

Cuando los conflictos en las parejas son frecuentes, los celos también suelen asomar su peor cara.

Se presentan como una llama de desesperación, angustia e impotencia, al percibir que el ser querido empieza a preferir a otra persona. ?Te saluda con mucho afecto, yo no estoy acostumbrado a eso?. Estos son normales si son esporádicos pero cuando su intensidad se les va de las manos y no pueden controlarlo, entonces empieza a ser una enfermedad conocida como celotipia, señala la psicóloga de Chacón.

El individuo teme y cree que ya nadie se va a fijar en él o ella. ?Es una amenaza de pérdida del objeto amoroso, como un robo o engaño?, agrega De Chacón.

Asimismo, las jóvenes no deben jamás provocar celos a su pareja, pues a muchas les gusta ese ?juego peligroso?, el que puede más bien mover alguna patología que haya venido arrastrando la otra persona.

Si no buscan ayuda profesional no van a cambiar, pues es como una bola de nieve que crecerá gradualmente.

Sentido de pertenencia

Cuando se tiene una relación afectiva se debe manejar un sentido de pertenencia constructivo: ?yo pertenezco a una relación, ésta es recíproca; yo voy a poner la cuota de responsabilidad, fidelidad, comunicación, afecto y respeto?.

Pero cuando se convierte con intención de posesión, la relación de noviazgo la dirige sólo uno. Esta etapa no debe ser administrada por uno de los dos, sino compartida, sólo así podrán llevar juntos el proyecto de vida, para ir paso a paso, desde gustarse, conocerse, quererse, hasta llegarse a amar, agrega Reyes.

Evitar

La mala relación en el noviazgo suele ser producto de modelos aprendidos. Por ello en el caso de los hombres es importante evitar lineamientos como ?yo soy el macho y por tanto dueño de la relación?; ?te pego por que te quiero?, “Yo soy hombre y por eso tengo la razón?.

Es común escuchar ?vamos a esperar lo que dice tu papá, si él da su consentimiento lo hacemos así?, cuando eso se informa a través de actitudes dentro del hogar, los jóvenes asumen que el modelo vivido en su casa es el que deben seguir.

Qué hacer en casa

De Chacón agrega que en la pareja se debe fomentar la seguridad, fortalecer la autoestima, y buscar el apoyo profesional cuando la situación lo amerite.

Además, si quiere ayudar a sus hijos, evite los monólogos y la agresividad, mejor entable una comunicación eficaz, para que pueda exponer lo que usted piensa de cómo ha percibido la relación de su hijo o hija. Es importante hacer preguntas, sin regaños, sino mostrando su preocupación y la intención que tiene para ayudar al chico, asegura Reyes.

Recomendaciones

Los padres deben ser ejemplo de los hijos.

Dedíquele tiempo e interés en las actividades que llevan a cabo.

Muéstrele confianza, respeto y su amistad.

Fortalezca la autoestima en todo momento.

Recuérdele que el amor no es posesión, sino libertad y comprensión.

Mantenga en casa literatura apropiada, de acuerdo a la edad y a lo que necesitan.

Si no puede orientarlos, busque ayuda profesional.

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