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Mark Saltzman, quien fuera guionista de la serie por más de 15 años, confesó en una reciente entrevista con la revista Queerty que siempre pensó en las dos marionetas como una pareja homosexual.

“Cuando escribía Beto y Enrique, cuando pensaba en ellos, eran pareja. No tenía otra forma de concebirlos, de contextualizarlos”, afirmó.

Saltzman recordó que en el momento de trabajar para la popular serie de marionetas ya había iniciado su relación con el cineasta Arnold Gassman y que muchas de las escenas entre Beto y Enrique e incluso, sus características se inspiraron en su propia convivencia homosexual.

“En el momento en que lo escribí ya estaba con Arnie. No sé de qué otra forma lo hubiera escrito que como una pareja de amor”, señaló el guionista.

“Yo era más como Beto, el bromista y caótico. Y Arnold, como editor de cine, el ordenado (…) Llevé esa dinámica a los personajes”, agregó.

Las declaraciones de Saltzman se volvieron virales en internet por confirmar de primera mano lo que para muchos era un secreto a voces desde hace años en el universo de los seguidores de Plaza Sésamo.

Sin embargo, Sesame Workshop, la compañía productora de la serie, se apresuró a desmentir la versión del guionista a través de las redes sociales.

“Las marionetas no tienen orientación sexual”

En su cuenta de Twitter, la organización detrás de la serie que se trasmite desde 1969 consideró que la naturaleza de la relación entre ambas marionetas no trascendía la amistad.

“Como siempre hemos dicho, Beto y Enrique son mejores amigos. Fueron creados para enseñarle a niños en edad preescolar que las personas puede ser buenas amigas incluso con otros que son muy distintos a ellos”, señaló el comunicado.

“Aunque se les identifica como personajes masculinos y que poseen cualidades y características humanas (…) siguen siendo marionetas y no tienen orientación sexual”, concluye el comunicado.

La organización no aclaró cómo se explica que considere que las marionetas sí puedan ser mejores amigos y no tener, sin embargo, otro tipo de relación.

No es la primera vez que la “sexualidad” de Beto y Enrique es motivo de controversias.

En junio de 2013, la revista The New Yorker utilizó una imagen de los dos títeres para su portada dedicada a la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos a favor del matrimonio homosexual.

Un poco antes, en 2011, una popular petición circuló por internet y millones de usuarios la firmaron: se solicitaba que la serie dedicara un capítulo a una boda gay entre los dos personajes.

Finalmente, los creadores de Plaza Sésamo publicaron un comunicado para informar que esa ceremonia no tendría lugar.