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Cinco claves que explican el éxito de “Westworld” y por qué obtuvo 22 nominaciones a los Emmy 

La inteligencia artificial y el lejano oeste forman una extraña pareja que este domingo 17 puede arrasar en los Emmy.

Evan Rachel Wood, una de las protagonistas de la serie Westworld, está nominada al Emmy como mejor actriz. (Foto, Reuters)

Evan Rachel Wood, una de las protagonistas de la serie Westworld, está nominada al Emmy como mejor actriz. (Foto, Reuters)

Westworld, la gran apuesta de la cadena de televisión por cable HBO esta temporada, empata con el show Saturday Night Live en el número de nominaciones a los premios que entrega la Academia de Televisión de Estados Unidos: 22.

La semana pasada ya consiguió cinco galardones en las categorías técnicas y este domingo puede marcar un nuevo hito en la gala que se celebra en el teatro Microsoft de Los Ángeles con la presentación de Stephen Colbert.

BBC Mundo explora algunas de las razones de este rotundo éxito.

1. ¿Sucesora de “Juego de tronos”?

Westworld es un oscuro drama fantástico sobre un parque temático ambientado en el lejano oeste en el que los habitantes son robots y los visitantes son seres humanos que pueden dar rienda suelta a sus deseos más instintivos.

La serie se presentó al mundo como la gran apuesta de HBO ahora que “Juego de tronos” se acerca a su final.

Como reconoció Jonathan Nolan, uno de sus guionistas y productores, sin “Juego de tronos” no hubiera habido Westworld.
“Juego de tronos” empujó los límites de la televisión y abrió el espectro de la ciencia ficción.

Logró que el género fuera atractivo para un público más amplio, más allá de los incondicionales de la fantasía futurista.

Con Westworld, HBO insistió en su fórmula de sexo más violencia más efectos especialesigual a altos índices de audiencia.

Y no escatimó en gastos para que la producción técnica fuera impecable.

La primera temporada de Juego de tronos tuvo un presupuesto de US$60 millones y la de Westworld costó oficialmente US$58 millones, aunque algunas fuentes dicen que el presupuesto rondó los US$100 millones.

Una inversión que dio buenos resultados: además de las 22 nominaciones a los Emmy, Westworld batió récords de audiencia para la primera temporada de una serie, con cifras superiores incluso a las de la primera entrega de Juego de tronos.

2. Un enigma por resolver

Con Westworld, HBO ha querido ofrecer un contenido que hace “trabajar” al espectador, estimulando discusiones en internet, en los centros de trabajo o las escuelas para descifrar el enigma que se plantea.

A lo largo de los 10 episodios de la primera temporada, hemos ido de la mano de los protagonistas hasta llegar a un final en el que se nos revela el plan maestro.

Según se percibe en los debates generados en redes sociales, muchos de los fieles seguidores llegaron al final del laberinto en la misma onda que los personajes.

Para otros, algunas preguntas y teorías quedaron sin resolver, dejando un terreno fértil para que se sucedan varias temporadas.

3. Fascinación por los robots y la inteligencia artificial


Westworld presenta unos dilemas fantásticos que generalmente fascinan al público.

En la serie se ve la huella de otras obras sobre el mundo de los robots y la inteligencia artificial como Ex Machina, Battlestar Galactica, Robocop y Matrix, entre otras.

Pero su referencia más clara es la película original en la que se basa, Westworld, dirigida en 1973 por un joven Michael Crichton (el autor, 13 años después, de la novela Parque Jurásico).

En la película, los visitantes al parque temático eran los protagonistas. En la serie, sin embargo, los visitantes son casi personajes secundarios y los héroes son los robots.

Son androides tan sofisticados que han alcanzado un nivel de incipiente conciencia.

“Los humanos son los héroes en la película”, explicó Jonathan Nolan.

“'¿Qué pasaría si le diéramos la vuelta?', nos planteamos. ¿Qué pasaría si hiciéramos que los robots fueran los chicos buenos y que los seres horribles y jodidos fueran los humanos?”, dijo.

La serie explora la moralidad de crear seres con apariencia humana e inteligencia artificial.

Algunos investigadores del campo de la inteligencia artificial parece que quieren dejar de lado la cuestión de la conciencia.
Westworld sin embargo le abre las puertas de par en par y ofrece una discusión inteligente sobre si los robots terminarán por matarnos o salvarnos a todos.

4. La humanidad y el sentido de la vida


Este punto está directamente relacionado con el anterior.

Más allá del asombro por la semejanza entre robots y humanos, se le presenta al espectador una premisa bastante sórdida.

El propósito principal del parque es ofrecer una vía de escape a los peores impulsos del hombre.

Dados los casos de personas que han recreado en la vida real escenas de videojuegos como Grand Theft Auto, no es tan difícil imaginar un parque como Westworld, donde se pueda golpear, torturar y violar a cualquier robot que uno encuentre en el camino.

Son situaciones falsas en las que el robot es posteriormente reparado y a ti no te pasa nada, pero despierta cuestionamientos sobre los instintos primarios y las nociones más perversas del placer.

¿Cómo actuaríamos si supiéramos que nuestros actos no iban a tener consecuencias?

La serie plantea así algunas preguntas existenciales interesantes y lo hace mediante un género, el de la ciencia ficción, que tiene la capacidad de reflejar miedos y ansiedades contemporáneas en un escenario ficticio.

5. Gran labor de actores y creadores

No todo en Westworld son efectos especiales y no sería justo terminar esta nota sin reconocer el gran trabajo del equipo de producción y el elenco de actores.

Hay interpretaciones muy notables y de hecho varios de los actores y actrices aspiran este domingo a un Emmy.

Sobresale Evan Rachel Wood, quien en su papel de Dolores realiza uno de sus mejores trabajos hasta el momento.

Destaca también Thandie Newton, que interpreta a Maeve, un personaje que cobra más fuerza conforme se va acercando a la conciencia.

Ed Harris, Anthony Hopkins, Jeffrey Wirght y James Marsden forman un plantel de lujo que se apoya en la sólida base que conforman Jonathan Nolan y su esposa Lisa Joy como guionistas y productores de la serie.

Sin olvidar a Ramin Djawadi, compositor de Juego de tronos, que también es el autor de la música de Westworld.

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