Se le conoce como coronavirus. Pero este es el nombre de un grupo de virus al que pertenece.
BBC NEWS MUNDO
Coronavirus: por qué el nuevo virus aún no tiene nombre (y por qué es tan importante que lo tenga)
Ha infectado a miles de personas, causado el cierre de fronteras y que partes de China hayan sido puestas en cuarentena. Pero el virus que está provocando este brote de enfermedad aún no tiene un nombre propio.
También se le ha llamado, temporalmente, 2019-nCoV. Pero este es un nombre muy complicado que no se queda en la memoria.
Un grupo de investigadores ha estado tratando, a puerta cerrada, de encontrar un nombre adecuado para denominarlo y, según le dijo dicho equipo a la BBC, pronto será anunciado.
Pero, ¿por qué se han demorado tanto?
“El ponerle un nombre a un nuevo virus es algo que generalmente se retrasa bastante y, hasta ahora, el foco ha estado puesto en la respuesta de salud pública, lo que es comprensible “, dice Crystal Watson, académico y profesor asistente del Centro de Seguridad Sanitaria Johns Hopkins, en Estados Unidos.
“Sin embargo, hay razones por las que esto debería ser una prioridad“.
Nombre difícil
Para tratar de identificar a este virus en particular, los científicos lo han estado llamando el nuevo coronavirus. Los coronavirus reciben su nombre por sus picos en forma de corona, que se ven cuando se observa a través de un microscopio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el nombre temporal de 2019-nCoV, que incluye el año en que fue descubierto, la “n” por nuevo y “CoV”, por coronavirus.
Pero no tuvo mucho impacto.
“El nombre que tiene ahora no es fácil de usar y los medios y el público están usando otros nombres para el virus”, explica Watson.
“El peligro cuando no tienes un nombre oficial es que la gente empieza a usar términos como ‘virus de China’, y eso puede dar lugar a una respuesta negativa contra ciertas poblaciones”.
Debido a las redes sociales, los nombres no oficiales se propagan rápidamente y luego es difícil dar marcha atrás, apunta.
Ni personas, ni animales, ni lugares
La tarea urgente de darle un nombre formalmente al virus es responsabilidad del Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV, por sus siglas en inglés).
La experiencia de brotes anteriores le sirven al comité a modo de advertencia.
El virus H1N1 en 2009 empezó a ser conocido como “gripe porcina“. Esto llevó a Egipto a sacrificar todos sus cerdos, a pesar de que fue propagado por personas, y no por estos animales.
Los nombres oficiales pueden también ser problemáticos. La OMS criticó el nombre MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, por sus siglas en inglés) en 2015.
“Hemos visto que ciertos nombres de enfermedades provocan una reacción negativa contra los miembros de comunidades religiosas o étnicas en particular, crean barreras injustificadas para los viajes y el comercio, y provocan el sacrificio innecesario de animales comestibles”, señaló la organización en un comunicado.
Por esta razón emitió directrices. Según estas, el nombre del nuevo coronavirus no debe incluir:
- sitios geográficos
- nombre de personas
- el nombre de un animal o un tipo de comida
- referencias a una cultura o industria en particular
Considera además que el nombre debe ser corto y descriptivo, como por ejemplo SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave, por sus siglas en inglés).
Gancho
Pero para que el nombre se quede en la memoria necesita un gancho, dice Benjamin Neuman, profesor de virología, quien junto con otras 10 personas integra el grupo de estudio del ICTV que está discutiendo el nombre que se le dará al nuevo coronavirus.
“Tiene que poder decirse fácilmente, más rápido que los otros nombres que circulan por ahí”.
El equipo empezó a discutir un nombre hace dos semanas y demoró dos días en decidirse por uno, dice Neuman.
El grupo presentó el nombre a una revista científica para su publicación y se espera que lo anuncien en los próximos días.
Además de ayudar al público a entender el virus, el ICTV espera que permita a los investigadores concentrarse en combatirlo ahorrando tiempo y confusión.
“En el futuro sabremos si lo hemos hecho bien o no”, dice Neuman.
“Para alguien como yo, ayudar a denominar un virus importante puede terminar siendo más duradero y útil que el trabajo de toda una carrera. Es una gran responsabilidad”.