Una semana después del equinoccio de primavera, en una tarde despejada y calurosa, caminé en medio del frenesí del bazar de Johri, el principal mercado de Jaipur, con sus muros de coral, delicadas celosías y arcos mogoles.
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El misterioso portal a las estrellas construido por un rey de India hace 300 años
En 1727, cuando el rey de la región, Sawai Jai Singh, concibió a Jaipur como su capital y como la primera ciudad planificada del país, quiso diseñarla en consonancia con los principios de Vastu Shastra, que se basan en la naturaleza, la astronomía y la astrología para la arquitectura y la ubicación.
Creado hace tres siglos, el Jantar Mantar de Jaipur es un complejo al aire libre lleno de gigantescas herramientas astronómicas que aún son precisas. Getty Images
Quizás fuera un mal momento para aventurarse a hacer turismo en la capital del desierto de Rajasthan, pero era perfecto para medir el tiempo con las sombras proyectadas por el Sol.
Me dirigía hacia el Jantar Mantar, el misterioso portal de India a las estrellas.
A primera vista, este complejo al aire libre -lleno de extraños muros triangulares y escaleras a ninguna parte- parece fuera de lugar: no es ni ornamentado como el Palacio de la Ciudad que lo rodea ni intrincado como el venerado Templo Govind Dev Ji y el cercano Hawa Mahal.
El sitio, una colección de 300 años de antigüedad de 20 esculturas científicas llamadas ‘yantra’ -que pueden medir las posiciones de estrellas y planetas, y decir la hora con precisión-, me había desconcertado desde mi infancia aquí en Jaipur, cuando las estructuras parecían versiones gigantes de las delicadas herramientas que guardaba en mi kit de geometría escolar.
Pero años más tarde, como arquitecto profesional, pude comprender mejor su uso.
Son soluciones arquitectónicas ingeniosas para comprender la mecánica de la astronomía, así como herramientas clave para que los astrólogos hindúes tradicionales elaboren cartas natales y pronostiquen fechas auspiciosas.
Ciudades alineadas con las estrellas
En 1727, cuando el rey de la región, Sawai Jai Singh, concibió a Jaipur como su capital y como la primera ciudad planificada del país, quiso diseñarla en consonancia con los principios de Vastu Shastra, que se basan en la naturaleza, la astronomía y la astrología para la arquitectura y la ubicación.
Se dio cuenta de que para alinear perfectamente Jaipur con las estrellas, ayudar en las prácticas astrológicas y predecir eventos climáticos clave para los cultivos, necesitaría instrumentos que fueran precisos y accesibles.
Sin embargo, después de enviar equipos de investigación a Asia Central y Europa para recopilar datos basados en el conocimiento de científicos islámicos y europeos, Sawai Jai Singh encontró discrepancias entre las lecturas de los instrumentos de metal que se usaban generalmente en ese momento.
Para mejorar la precisión, aumentó el tamaño de las herramientas, las estabilizó reduciendo las partes móviles y las hizo resistentes al desgaste y a la intemperie al fabricarlas con mármol y piedra local.
Luego utilizó estas innovaciones para construir cinco observatorios al aire libre en las ciudades indias de Jaipur, Delhi, Ujjain, Varanasi y Mathura.
Sobreviven cuatro: el de Mathura fue demolido.
Pero el de Jaipur, completado en 1734, es el más grande y completo.
Hoy en día, es un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco , no sólo porque es el observatorio mejor conservado de su tipo en India, sino que, como explica la inscripción de la Unesco, representa innovaciones en arquitectura, astronomía y cosmología, así como aprendizajes y tradiciones de culturas occidentales, mediorientales, asiáticas y africanas.
Matemáticas del cielo
En sánscrito, ‘jantar’ significa instrumentos y ‘mantar’ denota calculadora, por lo que cada uno de los yantra del complejo tiene un propósito matemático: algunos son relojes de sol para indicar la hora local y señalar la posición del Sol en el hemisferio; mientras que otros miden las constelaciones y los movimientos planetarios para detectar los signos del zodíaco y guiar los pronósticos.
El más destacado de todos es un enorme reloj de sol equinoccial llamado Samrat Yantra, una pared triangular de 27 metros de altura con dos delgadas rampas semicirculares que irradian como alas desde sus lados.
De pie debajo de él, mi guía señaló la sombra en una de las rampas mientras se movía con precisión 1 milimetro cada segundo e indicaba la hora local con una precisión de dos segundos.
Otro yantra, el Jai Prakash, mide la trayectoria del Sol a través de los signos del zodíaco védico indio para determinar los horóscopos.
Su estructura en forma de cuenco, que se encuentra en el suelo, es como un mapa invertido del cielo, y una pequeña placa de metal suspendida en un alambre cruzado proyecta una sombra para mostrar la posición de una estrella o planeta elegido.
“Usé estos instrumentos en mis dos años de programa de maestría frecuentemente”, dijo Neha Sharma, quien ahora tiene un doctorado en Jyotish Shastra (astrología védica) de la Universidad de Rajasthan.
“Aprender a leer y calcular con estos instrumentos sigue siendo una parte obligatoria del plan de estudios para quien quiera seguir la astrología como opción profesional”.
Más que una curiosidad
La mayor parte del mundo científico moderno vio los observatorios Jantar Mantar como una curiosidad hasta que la renombrada astrofísica india Nandivada Rathnasree argumentó que las estructuras aún eran pertinentes.
En su papel como directora del Nehru Planetarium de Delhi (desde 1999 hasta su muerte en 2021), alentó a los estudiantes a adquirir experiencia práctica en astronomía posicional en los distintos Jantar Mantar y presionó para obtener su reconocimiento académico e internacional.
“Fue Nandivada Rathnasree quien puso a Jantar Mantar en el centro de atención de la fraternidad científica”, dijo Rima Hooja, arqueóloga y directora consultora del Museo Maharaja Sawai Man Singh II en el Palacio de la Ciudad.
“También desempeñó un papel fundamental para que Jantar Mantar Jaipur fuera reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco”.
El Jantar Manatar sigue ganando fama, no sólo por su ingenio arquitectónico sino también por su estilo clásico.
“Superficialmente, Jantar Mantar puede no parecer una arquitectura autóctona”, dijo la arquitecta de conservación Kavita Jain.
“Pero cuando lo miras de cerca, el reloj de sol de gran altura se estabiliza mediante la creación de vacíos en forma de arcos. Las marquesinas hindúes que coronan los instrumentos, el mármol y la piedra utilizados en la construcción evocan los valores arquitectónicos locales”.
Hoy, estudiantes, científicos y turistas de muchas disciplinas y culturas de todo el mundo entienden que el Jantar Mantar de Jaipur es mucho más que un monumento histórico.
Situado en el centro de una próspera ciudad antigua de fortalezas y palacios, sus estructuras monolíticas continúan reflejando el cosmos y creando un legado duradero.
Esta historia fue publicada originalmente en BBC Travel.Lee aquí el artículo en inglés.