Esta es tal vez la respuesta más común cuando se habla de la tolerancia al vino y, sobre todo, cuando se trata de explicar la funestas consecuencias de beber demasiado al día siguiente.
BBC NEWS MUNDO
Qué son los sulfitos y por qué algunas personas no pueden tomarlos (y no tiene nada que ver con la resaca)
"Los sulfitos son los causantes de la resaca".
Los sulfitos no tienen mucho que ver con la resaca como muchas personas piensan. (Foto Prensa Libre: Getty Images)
Sin embargo, si estás sufriendo después de tomar un par de copas de esta bebida alcohólica quizá no sea por la resaca, sino porque eres alérgico a estos componentes.
Los sulfitos son un grupo de sustancias derivadas del azufre que la mayoría de las veces se forman de manera natural en algunas bebidas alcohólicas -y en otros alimentos- y que sirven para controlar el crecimiento de bacterias u otros organismos que pueden afectar el sabor.
Pero para muchos expertos no hay una relación directa entre la resaca y la cantidad de sulfitos en el vino, por ejemplo.
“En algunos casos, se añaden de forma artificial en las bebidas para ayudar a la conservación, pero no es cierto que sean la causa de una fuerte resaca”, explicó Luis Villazón, en un reporte para la revista científica BBC Focus.
“Hay más sulfitos en un empaque de durazno seco que en una copa de vino blanco”, agregó.
¿Alérgicos al vino?
Lo que sí es cierto es que hay personas que tienen una reacción negativa a los sulfitos de la bebida, no por la resaca sino por otra razón más problemática: los sulfitos causan alergia.
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“Puede que haya un reducido grupo de gente que reacciona mal a la bebida por los sulfitos y ese grupo son los asmáticos, que pueden tener reacciones alérgicas”, le dijo a la BBC Mark Leyshon, de la organización para la prevención del alcoholismo Alcohol Concern.
En España y otros países como Canadá y Australia, los sulfitos están clasificados como una de las 14 sustancias que contienen los alimentos y que deben ser informadas al consumidor en sus empaques debido a que se consideran alérgenos.
Por ejemplo, la Sociedad Australiana de Inmunología y Alergias señala que los sulfitos afectan de distintas maneras a las personas con asma.
“Los sulfitos producen opresión en el pecho, tos y cerramiento de la garganta, que puede llegar a afectar al 10% de los enfermos de asma”, explica el documento.
“Ahora, estos síntomas pueden ocurrir cuando el asma no ha sido tratada de forma correcta y las reacciones pueden pasar de suaves a severas, que pueden poner en riesgo la vida”.
Pero los sulfitos no solo están presentes en el vino, sino también en muchos alimentos que requieren conservación.
Para el periodista Francisco San Martín, de la revista DSalud, ése es el principal inconveniente a la hora de controlar la cantidad de sulfitos que se consumen: están en todas partes.
“Los sulfitos son alérgenos y, a pesar de que se haya establecido una dosis máxima diaria, es imposible saber si la sobrepasamos y -lo que es realmente grave- si tal dosis es realmente inocua”, escribió.
“En los empaques no hay una información exacta de los sulfitos y eso hace imposible calcular la cantidad que se consume“, explicó.
Consejos
A pesar de la alerta de San Martín, lo cierto es que la mayoría de los expertos recomiendan revisar las etiquetas y especificaciones de los alimentos que se ingieren.
“Por ejemplo, cuando en los vinos se sobrepasa la cantidad mínima de los sulfitos, sí tienen un aviso. Por eso la recomendación para las personas que sufren de asma es que le pongan mucho cuidado a los empaques de las bebidas y los alimentos“, explicó Leyshon.
Por su parte, la Asociación de Personas con Alergias a los Alimentos de España recomienda: “El único método eficaz es hacer una buena dieta de exclusión del aditivo o aditivos implicados”.
“Pero esto no es sencillo debido a la gran distribución de los mismos y a los defectos del etiquetado de productos”, añade.
Por lo pronto, hay que dejar de culpar a los sulfitos de la resaca… e intentar beber menos. Es ciertamente por cuidar la salud.