Si no es así, probablemente sí te acuerdes que el príncipe William de Inglaterra se casó con su excompañera de universidad Kate Middleton en 2011.
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Boda del príncipe Harry y Meghan Markle: ¿por qué la familia real británica despierta tanto interés en el mundo?
¿Recuerdas que la futura reina de Suecia, Victoria, se casó en 2010 con su exentrenador personal? ¿Y que el príncipe Alberto de Mónaco contrajo matrimonio con una nadadora?
Y es que según algunos cálculos, casi 2.000 millones de personas vieron a los novios darse el sí quiero en tiempo real alrededor del mundo. Sólo en Estados Unidos fueron más de 20 millones los telespectadores del evento.
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El sábado, mucha gente alrededor del mundo volverá a sintonizar para ver a la familia real británica.
Pero esta vez la atención recaerá en Harry, el hijo menor del príncipe Carlos y de Lady Diana, quien contraerá matrimonio con la actriz estadounidense Meghan Markle.
Decenas de emisoras ya han instalado sus equipos de filmación en el exterior del Castillo de Windsor, donde se realizará la ceremonia a las 12 del mediodía, hora local.
Pero ¿por qué de las 28 monarquías que aún existen en el mundo, la británica es la que despierta más interés?
Para los expertos consultados por BBC Brasil, esto ocurre por múltiples motivos.
El principal es la manera en la que la familia de la reina Isabel II se adaptó a los cambios de conducta del mundo. Todo, claro, con una buena ayuda de marketing, que la convirtió en una marca global.
Novela y producto de consumo
Pauline MacLaran, profesora de marketing de la Universidad de Londres y coautora del libro Royal Fever: The British Monarchy in Consumer Culture (Fiebre Real: La Monarquía Británica en la Cultura de Consumo), argumenta que la fascinación por la monarquía británica se debe esencialmente a varios factores.
El tamaño del imperio británico es lo que le proporciona un alcance global.
Isabel II es reina de otros 15 territorios más allá de Reino Unido y también líder de la Commonwealth, la Mancomunidad de Naciones que tiene 53 países integrantes, casi todos con vínculos históricos con Reino Unido.
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Además, existe un cierto imaginario popular acerca de cómo vive la realeza.
“La idea del cuento de hadas de los príncipes y princesas está profundamente arraigada en la cultura occidental y es reforzada globalmente por Disney”, dice MacLaran a BBC Brasil.
Según la autora, está también el “factor humano”, la curiosidad sobre el comportamiento de cada integrante de la familia real.
“Hay un interés por los miembros de la familia real británica como individuos con personalidad, opinión y sentimientos propios”, dice.
“Y las relaciones entre ellos, el hecho de ser una familia, también ejerce fascinación, con sus altos y bajos emocionales con los que podemos identificarnos de una forma semejante a la atracción ejercida por las novelas”.
También está el “patrimonio” construido por la familia de Isabel II, con elementos históricos que le garantizan longevidad y estabilidad, y el lujo asociado normalmente a la realeza, con una imagen de fama y fortuna encarnada por sus miembros.
“La familia real británica fue capaz de adaptarse bien al consumismo contemporáneo. Hay muchas maneras diferentes con las que la gente se involucra con ella”, dice MacLaran, en relación a eventos turísticos y souvenirs relacionados con William, Harry y el resto de los miembros rde la familia real.
Cuento de hadas y joven realeza
Para Charlie Proctor, editor del sitio Royal Central, dedicado exclusivamente a las noticias de la familia real británica desde 2012, el rol que la familia ejerce tiene que ver con el aura de cuento de hadas a la que remite, con príncipes, princesas y castillos.
Según él, la mayoría de los lectores de su sitio son de países republicanos como Estados Unidos, Sudáfrica y Brasil, que quieren saber cómo es la vida de la familia real.
“La gente está simplemente fascinada por la realeza. Ellos son tratados como celebridades y, como tales, tienen fans dedicados que siguen cada movimiento suyo”, asegura.
Los medios de comunicación tienen un papel importante en la construcción de ese interés. “La realeza vende periódicos y, como resultado, más personas leen sobre ellos”, añade.
Y, según Proctor, la realeza británica supo usar los medios a su favor, principalmente tras la muerte de Diana, para promover sus eventos de caridad y las acciones que patrocina.
“En los últimos años, ha habido un movimiento significativo dentro de las familias reales en relación a las redes sociales. La cuenta de Twitter del Palacio de Kensington tiene 1.3 millones de seguidores. A menudo, los principales anuncios en relación a ellos se hacen vía Twitter”.
The Duke and Duchess of Cambridge are delighted to announce that they have named their son Louis Arthur Charles.
The baby will be known as His Royal Highness Prince Louis of Cambridge. pic.twitter.com/4DUwsLv5JQ
— Kensington Palace (@KensingtonRoyal) April 27, 2018
“El Duque y Duquesa de Cambridge están encantados de anunciar que llamaron a su hijo Louis Arthur Charles.El bebé será conocido como su Alteza Real Príncipe Louis de Cambridge”, decía un reciente el tuit del Palacio de Kensington.
“En cierto modo, la realeza está ignorando a la prensa y divulgando ella misma sus últimas noticias y eso es bueno para la familia real, porque se presenta con la mejor imagen posible”, dice el editor del Royal Central.
Otro claro reposicionamiento de marca de la familia real británica, según la profesora MacLaran, es la manera en como la imagen de la pareja de Carlos y Camilla Bowles fue divulgada.
“Los procesos de creación de la imagen de ellos intentaron asegurar que la pareja sea vista como apropiada para eventualmente representar a la Corona (ya que Carlos es el heredero del trono). También vemos eso en el énfasis en los jóvenes de la realeza y en la popularidad que alcanzaron para que se conviertan en el rostro de la monarquía moderna”.
Para Proctor, los miembros más jóvenes de la familia real, la pareja William y Kate, además de Harry, contribuyeron mucho a que la monarquía británica gane más apoyo popular.
“La gente adora a la realeza más joven, ellos están siempre en las primeras páginas del periódico y los medios del mundo siguen cada uno de sus movimientos”.
El factor Diana
El matrimonio de Harry con una mujer estadounidense de origen negro, feminista y divorciada ayudará aún más a la familia real británica a ser más popular, según MacLaran.
La muerte de Diana, a los 36 años, en 1997, también contribuyó a que la familia real ganara más simpatizantes.
“La crisis que produjo su muerte llevó a muchos cambios en el modo de comportarse de la familia real e hizo que ella se conecte mejor con su pueblo”.
Para Proctor, la muerte de Diana extendió a la familia real como un todo la imagen popular que ella tenía.
“Diana era conocida como la 'Princesa del Pueblo' porque era una persona del pueblo.Cambió la forma en que la realeza realizaba su trabajo, mostrando pasión y entusiasmo. El legado de Diana continuará en el futuro. Ella daba a la monarquía una vida muy necesaria”, afirma.
“La familia real británica se reposicionó, pasando de ser considerados elitistas sin contacto con el público a ser amigos del pueblo”, concluye.