Como parte de una campaña de marketing, el psicólogo Cliff Arnall elaboró una sencilla ecuación matemática en la que combinaba diferentes elementos como el clima, las deudas adquiridas durante las navidades o el retorno a las rutinas.
En contraposición al “Blue Monday”, el 20 de junio se celebra el “Yellow Day”, considerado como el día más feliz, debido en parte a que hay más horas de luz, las temperaturas son favorables y las vacaciones están cada vez más cerca, lo que mejora el estado de ánimo.
Aunque no existe base científica alguna que haga pensar que exista un día más triste que otro, lo cierto es que cada año la popular fórmula es criticada y debatida, muchas empresas aprovechan esta fecha para promocionar sus productos y las redes sociales se inundan de mensajes que nos invitan a sonreír.
El propio profesor Arnall reconoció años después de su hallazgo la falsedad del “Blue Monday” y apoyó desde las islas Canarias la campaña #StopBlueMonday, en la que recomendaba “construir la felicidad día a día, para acabar con toda fórmula cuyo producto sean días tristes y deprimentes”.
DESACREDITADO POR LA COMUNIDAD CIENTÍFICA
El término “Blue Monday” fue fruto de una campaña publicitaria de una empresa de comunicación para la agencia de viajes británica Sky Travel en 2005, para promocionar la mejor época del año para viajar y compensar así a los consumidores ese supuesto día más triste.
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El hallazgo del “Blue Monday”, sin embargo, no era más que pseudociencia empleada para llamar la atención del público y la propia Universidad de Cardiff llegó a emitir un comunicado desligándose de Arnall, asegurando que había sido profesor a tiempo parcial en la institución, pero que ya no tenían relación.
Con el objetivo de aumentar las ventas de paquetes de viajes de la agencia, la campaña de Sky Travel mezclaba el frío y la cuesta de enero con la añoranza de las vacaciones o las ganas de afrontar nuevos retos.
Pese a que el “Blue Monday”, según los psicólogos, carece de base y que solo se perciben intereses comerciales, muchos científicos han opinado sobre la fórmula matemática empleada por Arnall.
La catedrática de Psicopatología de la Universidad de Valencia (este de España), Rosa María Baños, ha asegurado en declaraciones a Efe, que “no hay un día más feliz ni más triste”, y que únicamente se pueden predecir las épocas del año en las que las personas son más susceptibles de estar tristes o analizar la tristeza poblacional preguntando directamente a cada individuo.
Según Baños, sí existen evidencias científicas de que los factores externos, como el clima, la luz, o las condiciones económicas y sociales, influyen de una manera determinante en el estado de ánimo, “pero científicamente es imposible que el día más triste del año sea el mismo para todo el mundo”.
Jaime del Corral, psiquiatra de la Clínica La Paz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios de Madrid, señala por su parte, que Arnall “ha tomado una serie de elementos negativos y ha hecho una ecuación de forma arbitraria para deducir que es el peor día del año”, y asegura que esos factores “se pueden dar igualmente el tercer martes o miércoles de enero o en febrero”.
Explica este experto que es natural que en esta época del año se experimenten ciertos cambios anímicos, algo de estrés, cansancio emocional o desmotivación, pero hace hincapié en que no tiene que confundirse con la depresión.
Para el psicólogo Jesús Matos no hay evidencia para designar un día como el más triste, aunque reconoce que “los lunes son difíciles, pero también enero es difícil y el invierno es difícil”.
Este experto, autor del libro “Buenos días, alegría”, afirma también que existe una relación directa “entre las actividades agradables que hacemos y el nivel de bienestar que logramos, que suele coincidir con los fines de semana, por lo que es normal tener `bajón´ los lunes”.
ARNALL ANIMA A CONSTRUIR LA FELICIDAD
Con el fin de desmontar el “Blue Monday” y frenar el pesimismo, la marca turística Islas Canarias creó, en 2016, la iniciativa #StopBlueMonday para demostrar con los recursos naturales del archipiélago que la fórmula era errónea.
El propio Arnall viajó a la isla de Tenerife para participar en la iniciativa y animó a rebelarse contra el “Blue Monday” y construir la felicidad cada día, desestimando así el estudio que publicó en 2005, para afirmar que el tercer lunes de enero era el día más triste.
El profesor británico explicó que entre el 10 y el 20 de enero es cuando las personas empiezan a recriminarse no haber cumplido con sus propósitos de año nuevo.
Frente a estas actitudes, el padre del invento recomendaba “hacer un cambio real y no seguir la tendencia de las masas que obliga a marcarse metas que, a menudo, realmente no se quieren conseguir”.
“Es hora de renunciar definitivamente a que comentarios, noticias o fórmulas inventadas manipulen nuestros sentimientos y empezar a crear nuestro propio clima entre todos”, afirmó Arnall para desterrar el “Blue Monday”.
La “fórmula de la felicidad”, según este psicólogo, es que las personas que deseen cambiar algo en su vida lo hagan porque realmente quieren y no obligados por modas impuestas.