Vida

Cambie de ?Look?

Con pelucas y extensiones podrá sorprender en esa ocasión especial

En cuestión de segundos usted puede pasar de rubia a pelirroja, o de cabello largo a corto, o quizá de liso a rizado. ¿Cómo? Usando pelucas.

Así que si ya se cansó del mismo ?look?, pero no se atreve cambiar por completo y quiere lucir diferente, tiene como opción portar pelucas o extensiones, las cuales se han convertido en un buen aliado para mujeres que desean probar otra imagen por razones estéticas, y para quienes afrontan un problema de calvicie.

Rubias, blancas, trenzadas, castañas, lacias, cortas o largas son algunas de las variedades que encuentran en el mercado. Sin embargo, antes de seleccionar alguna debe considerar varios aspectos, pues a criterio de Elena Campollo, de Sally Beauty Shop, al igual que cuando alguien solicita un corte de cabello o tinte, un experto deberá indicar cuál es la apropiada.

El color de la tez, forma del rostro y edad son factores a tenerse en cuenta, porque a una morena no le quedará bien una peluca rubia, pero sí alguna con tonos cobre, mientras que una persona adulta lucirá mejor una cabellera corta, y probablemente esa misma no le siente a una jovencita, agrega Campollo.

Busque la mejor

Tanto las pelucas como extensiones son elaboradas con cabello humano o de fibra sintética. Las primeras son las más solicitadas porque su apariencia es más natural. No obstante, las segundas poco a poco han aumentado su calidad, y las hebras de cabello y fibra ahora son más finas.

Existen diferentes tipos de peluca: las totales, que abarcan toda la cabeza, y los postizos, que tienen forma de cola o trenza y se colocan con un gancho ajustador. Las primeras tienen una redecilla elástica sujeta al cabello que a la vez sirve de ajustador, para que se adapten a cualquier tamaño.

En buen estado

Si de cuidados se trata, las pelucas deben lavarse (con un champú especial o en su defecto, con uno suave para bebés) cuando se ensucien, porque si se usan con frecuencia acumulan polvo, y si se emplean para asistir a lugares encerrados y hay humo, éste se impregna. Después hay que dejarlas secar a temperatura ambiente y colocarlas en el portapelucas, para que no pierdan su forma.

En la historia

Como adorno ritual o para ocultar la calvicie, la pelucas son empleadas desde la antigüedad.

En el antiguo Egipto las fabricaban de cabellos humanos adaptadas a una red, y durante el imperio romano fueron muy populares entre las mujeres, quienes las usaban para incrementar el volumen del cabello o cambiar su apariencia.

Sin embargo, a partir del siglo I la Iglesia les hizo la guerra con el argumento de que se trataba de una invención demoníaca y podía llenar de energía negativa a quienes las portaban, por estar confeccionadas con cabellos de gente muerta.

A causa de ello, entre 1200 y 1400 d.C. perdieron vigencia y no fue sino hasta 1517 que se retomó su uso, después de que Isabel I de Inglaterra comenzó a utilizarlas.

En 1624 Luis XIII sufrió de calvicie prematura y optó por ellas, desde ese momento la moda se extendió por toda Europa en las clases altas y medias, al punto que durante el reinado de Luis XIV la casa real francesa contrató a 48 fabricantes de pelucas para que satisficieran la demanda de la corte.

El siglo XVIII constituyó su siglo de oro. Las pelucas de cabello largo y blanco se impusieron hasta 1740, cuando pasaron a formar parte del atuendo de jueces y abogados, y en el siglo XX durante la década de 1960 volvieron de moda, sobre todo rubias o platinadas, en honor a Marylin Monroe.

Las pelucas de las fotos, de venta en Sally Beauty Shop.

Las extensiones, en Sargassi Hair Design: 368-3875 y 368-3320.

Sally Beauty Shop: 333-4873 y 333-4872

Extensiones: Más y más cabello

Si desea alargar su cabello y darle volumen, las extensiones le ayudarán. Hay unas que se colocan en pocos minutos porque se ajustan con ganchos. Por eso mismo, puestas no le durarán más de dos o tres días. También hay otras que duran más y que son pegadas al cuero cabelludo- con queratina humana.

Éstas pueden tardar hasta seis meses, explica Paula Salazar, estilista y maquilladora profesional, de Sargassi hair design and make up, pero recomienda que la persona que las solicite no tenga el cabello muy corto, ya que por lo menos se requiere de cuatro centímetros de largo, para que cada ?mechón? de pelo se adhiera con facilidad.

El proceso es más minucioso y tarda de tres a cuatro horas. Una de las ventajas de este tipo de extensión -si es de cabello humano- es que la puede recortar, teñir o cambiar de peinado. Se debe usar un champú especial, comenta Salazar.

Y conforme pasan los meses, el cabello de donde están pegadas las extensiones crecerá, por lo tanto, es bueno acudir al salón donde las colocaron, puntualiza Salazar.

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