Vida

Carlos Soberón

?Temas urbanos es lo que más me gusta?

El maestro Carlos Soberón ha registrado, con sus obras, imágenes urbanas que hoy no son más que un recuerdo, pues muchos de los edificios que ha grabado ya no existen.

Ha dejado impresas escenas de la antigua Penitenciería, el templo de San Francisco, la fachada de la antigua Escuela de Artes Plásticas, la 6a. avenida de noche. Algunos de estos edificios fueron derribados y las calles (como la 18, que ahora es mercado) cambiaron la imagen de la ciudad.

En este ambiente urbano es donde el maestro Carlos Soberón nació, en 1928 y en donde ha encontrado los temas para sus obras. ?No hay que ir tan lejos?, dice.

Cuenta que un domingo se ofreció a colaborar con la Cruz Roja (por 25 centavos) para pintar las fachadas de blanco y así consiguió varios ?apuntes?, trazos iniciales que le servirían para hacer sus obras.

Estudió en la Universidad Popular y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Fueron sus compañeros Alfredo Guzmán Schwartz y Rolando Ixquiac Xicará, entre otros.

Trabajó dos años como profesor de escuela en Palencia y ?en el comercio como diez años?. También trabajó con el fotógrafo Canche Serra cuando tenía su estudio en la 10a. avenida esquina.

Sus últimos dos empleos fueron en Caminos y en el Ministerio de Obras Públicas, de donde se jubiló. De esta época guarda un óleo que recrea una escena de los años 70 y varias acuarelas.

Durante su carrera ha presentado tres exposiciones: una en el IGA, en donde expuso acuarela y grabado, y dos en galería El Attico con grabados. Ahora prepara una parala Embajada de España en El Salvador.

En su casa tiene un caballete y una mesa que le regaló el pintor Agustín Iriarte antes de morir.

Sus grabados

A Soberón le gusta hablar de sus grabados y de cómo los ha hecho. ?Un sábado en la mañana lo hice y lo dibujé?, cuenta.

El maestro trabaja sobre una plancha de metal en la que rasca, utiliza ácido muriático; con un lápiz con punta o con un alfiler haciendo los trazos.

Su trabajo es muy preciso, a pesar de que trabaja sus obras con una sola mano, debido a una enfermedad que sufrió cuando era niño.

?Desde pequeño yo me acostumbré con la mano así, y todo se lo dejo a la mano izquierda. Me dio como derrame. Yo me acuerdo que mi mamá me llevaba a donde el doctor para curarme. Yo no podía caminar, no podía hablar, no podía nada. Después fui recobrando todo eso, bendito Dios, y aquí me tiene?, cuenta.

Después, por consejo de un señor de apellido Sagastume, que era el director de la UP, se inscribió en las clases de pintura. ?Fui y me gustó? comenta. ?Después fui a la Escuela de Artes Plásticas y así me hice pintor?.

?Cuando era joven, agarraba mis materiales y procuraba sacarlos cuanto antes. Acabar ese mismo día, si es posible, terminar el cuadro. Hasta que yo lo veía me quedaba satisfecho. Ahora no. En el grabado es diferente?.

Hace diez años recibió clases de esta técnica con el maestro Roberto Cabrera.

¿Qué otras técnicas ha trabajado?

?Uno cuando comienza trabaja acuarela, aunque es muy difícil porque son diferentes tonos que tiene que agarrar. Yo estuve bastante tiempo con ésta, con diferentes profesores?.

¿Donde presentó su primera exposición?

?Fue en el IGA, 1968, una cosa así (no está seguro de la fecha). Expuse acuarela y parte de grabado también?.

¿Y después…?

?Ultimamente Guillermo (Monsanto) me ha dado la oportunidad para, ya con esta, dos exposiciones que hacemos.

?Pues esas son las estampaciones que va sacando uno, que si uno las busca siente satisfacción, siente un goce espiritual hasta que ya no?.

¿Qué paso con su pintura durante el tiempo que trabajó en Caminos?

?Seguí pintando acuarela y grabado también, porque estaba yo en la escuela y tenía que hacer esto?.

¿Dio clases?

?No. Estudié en la universidad pero lo dejé así nada más (de la pared cuelga un diploma de Humanidades de la USAC). Estudié licenciatura en Arte, pero ya no pude porque me enfermé y hasta la fecha no he podido hacer nada, sólo tenía que entregar una tesis y salir. Ya no pude, mejor se quedó así?.

Como sucede a veces con grandes y buenos artistas, Carlos Soberón ha pasado un tanto inadvertido, sin embargo, es uno de los que mejor trabaja la técnica del grabado.

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