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El fenómeno tiene una explicación. El pasado abril, el Hubble observaba la gran mancha roja del planeta, una tormenta circular anticiclónica más grande que la Tierra en la que los vientos alcanzan velocidades de centenares de kilómetros por hora, cuando la sombra de Ganimenes, luna de Júpiter, se extendió por el centro de la tormenta. Esto dio a Júpiter, el planeta gigante la apariencia misteriosa de ser un cíclope, con un enorme ojo de 15.000 kilómetros de diámetro. Con información de: http:www.abc.es