El estudio publicado en la revista especializada Alergy indica “una reducción significativa de las células inmunitarias en la sangre”.
Los resultados del nuevo estudio de científicos austríacos revelan que el sistema inmunitario de pacientes que se han recuperado de una infección de Covid-19 puede haber dejado de responder de forma óptima.
Los efectos de una infección con el virus SARS-CoV-2 confirmados en el estudio fueron constatados incluso en casos de cursos leves de la enfermedad, y serán base para nuevas investigaciones sobre la covid persistente, long covid.
Lea más: Estos son los meses en que habrá más casos de covid-19 en Guatemala
“Nuestros resultados proporcionan una posible explicación de que ciertas consecuencias a largo plazo de la covid-19 podrían estar relacionadas con el daño al sistema inmunitario celular” causado por el virus, indica en la nota el catedrático Winfried Pickl, director del equipo investigador.
Más concretamente, la causa radicaría en la “aparentemente reducida maduración y/o emigración de células inmunitarias de la médula ósea”, añade.
“Incluso después de cursos leves de la enfermedad, encontramos una reducción significativa de las células inmunitarias en la sangre”, subraya el especialista en inmunología.
En el estudio, iniciado en 2020, se examinaron los parámetros inmunitarios relevantes en 133 personas que se habían recuperado de la covid-19 y en 98 personas que no habían tenido la infección.
El número y la composición de diversas células inmunitarias, así como los factores de crecimiento en la sangre, que desempeñan un papel clave en la regulación del crecimiento celular, se analizaron en los pacientes recuperados 10 semanas y 10 meses después de contraer la enfermedad.
Dado que no se disponía de vacunas contra el coronavirus al inicio de los trabajos, todos los participantes estaban sin vacunar.
“De forma no del todo inesperada, 10 semanas después de la infección, los pacientes recuperados mostraban claros signos de activación inmunitaria tanto en las células T como en las B (los glóbulos blancos), en contraste con los sujetos de prueba sanos”, señala Pickl.
Fueron las muestras de los pacientes obtenidas 10 meses después de la enfermedad las que sorprendieron a los científicos, pues mostraron “una reducción significativa de las células inmunitarias”.