La ilusión de que Guatemala preste más atención al daño causado durante mucho tiempo a las especies marinas y el deseo de que, por medio de la investigación, se puedan contrarrestar las consecuencias, ha motivado a que el licenciado Miguel Ixquiac, haya dedicado más de 20 años de su vida a la pesquería y oceanografía, para registrar parámetros oceanográficos y proyectos que buscan hacer consciencia entre la población.
¿Cómo surge la pasión para dedicarse a la pesquería y oceanografía?
Me gradué de la Licenciatura en Acuicultura en la Universidad de San Carlos. Cuando entré a la carrera, mi ilusión era la crianza y cultivo de cocodrilos, pero durante los años de estudio y práctica trabajé temas de pesquería como identificación de peces y tiburones, y me fascinó. La vida marina ofrece la oportunidad de conocer todo un mundo debajo del agua y que en estos momentos necesita nuestra ayuda. Por ello, me dedico también a la investigación.
¿Por qué necesitan ahora nuestra ayuda?
Muchas de las especies de tiburones y peces, a nivel mundial, están amenazadas, sobre todo las que tienen más importancia comercial. Por eso, desde la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres se pide que los países que forman parte generen dictámenes que determinen cuánto se puede aprovechar de una especie sin ponerla es riesgo.
En este caso, yo he apoyado la investigación sobre el aprovechamiento que se puede obtener del tiburón gris. El objetivo es establecer una cuota para que Guatemala pueda comercializar a nivel internacional las partes y sus derivados. En el caso del tiburón martillo, por los volúmenes de desembarque y amenaza de extinción, se recomendó no comercializarlo. Además, se apoya con zonas de recuperación pesquera, en donde los tiburones hembra llegan a la costa del país a depositar sus crías para que crezcan. Lo que se hace es que se les protege para que lleguen a ser adultos, porque hay un alto consumo de esa especie cuando son recién nacidos o jóvenes.
¿Estas especialidades le permitieron cumplir su sueño de trabajar con cocodrilos?
No específicamente de trabajar con ellos, pero sí los he visto de cerca. Los he disfrutado, por ejemplo, en el río La Pasión. Además, he visto los trabajos de conservación en Monterrico.
Aunque no he trabajado con ellos, no me arrepiento de las especializaciones que tengo. La vida marina ofrece varias áreas de trabajo y la oportunidad de conocer muchas más especies. He cumplido mi sueño de trabajar con especies de agua dulce, que antes deseaba que fuera mi pasatiempo.
¿Qué es lo que más le gusta de la vida marina?
Como padre de familia, me gusta que mis hijos puedan tener la experiencia de que un paseo en el mar les permita no solo maravillarse de su belleza, sino conocer las razones por las que existe un manglar, sus funciones y las características de las especies. Desde lo profesional, me apasiona la investigación de oceanografía, porque Guatemala tenía pocos aportes al respecto, y por eso he generado información para que tengamos datos propios acerca de parámetros oceanográficos y, si deseamos hacer estudios, no tengamos que recurrir a referencias internacionales. Por ejemplo, decir que estudios del país determinaron que el Océano Pacífico de nuestras costas es una de las zonas más cálidas del Pacífico Oriental. También me he tomado la tarea de generar información acerca de los perfiles de temperatura del Pacífico cuando hay fenómenos climáticos como el fenómeno El Niño y cómo afecta a las pesquerías en Guatemala.
¿Qué problemas causa el avance de la frontera agrícola?
Acá hablamos de la deforestación de bosques por ganadería y por las plantaciones de palma africada, caña de azúcar y cultivos de banano. El primer efecto es la contaminación de ríos por los pesticidas que utilizan por la mala práctica en el desecho de los recipientes que llevan sustancias tóxicas a las fuentes de agua. Muchos de estos lugares, que eran el hogar de varias especies, han sido dañados y se ha provocado la pérdida de peces, crustáceos y moluscos.
La muerte de esas especies también es consecuencia de la mala práctica pesquera, así como la introducción de especies exóticas, con el objetivo de aumentar la productividad de peces para consumo humano. En el caso de Atitlán, en los años cincuenta trajeron especies de Estados Unidos, se cambió la estructura atrófica de los peces y se acabó con las especies locales.
Ahora vemos muchos peces como la tilapia, guapote, carpa y lobina, que son las especies exóticas más introducidas en el país.
¿Cuál es la situación de los cuerpos de agua en el país respecto de contaminación?
Actualmente no hay cuerpo de agua en el país que no esté contaminado, desde el punto de vista bacteriano, así como basura. Es un problema que no se den seguimiento a las normativas que se están impulsando, como el tratamiento de aguas o el menos uso de plástico. Aunque no se tenga una norma de reducción de uso de plástico, como sociedad, podríamos implementarlo, no es necesario esperar la ley. Sin embargo, se trata de un tema de educación y cultura. Pensemos en que si no hay quien compre el plástico, las empresas no tendrían por qué hacerlo.
En el caso del Caribe, como es más cerrado, se puede observar más la basura, como en el río Motagua. Pero todos los ríos de la Costa Sur, al igual que este, cargan grandes cantidades de basura. Por ejemplo, he tenido la oportunidad de estar en lugares de pesca de camarón y a veces lo que las redes levantan es 80% de basura, no vienen cangrejos, peces, ni camarón.
¿Esto pasa también en el mar?
En el mar, el problema se visualiza más allá de las cantidades de basura en la playa. Cuando he buceado, he visto animales con pedazos de plástico o lazos enredados en el cuerpo. Cuando hemos hecho necropsias a delfines y tiburones, se encuentra en sus estómagos tapitas y envases plásticos.
De los estudios que ha realizado, ¿tiene alguno preferido?
Creo que es uno del 2006, acerca de las áreas de avivamiento de tiburón. Son las zonas en donde se comienzan a desarrollar sus primeras etapas de vida los tiburones bebés. De cada proyecto que realizo en el Pacífico, trato de que sea de incidencia en el tema de la crianza de tiburones, porque es una de las responsabilidades que tenemos como país.
¿Por qué tenemos responsabilidad con los tiburones?
Porque en el país se aprovecha mucho esta especie, el tiburón martillo. Usamos sus derivamos y lo usamos para comer. Algunos pescadores dicen que el mejor ceviche es el de tiburón recién nacido; entonces, el impacto que le causamos a la especie es muy grande.
La mejor prevención es la educación; sin embargo, es complicado. No se trata de que no se pueda pescar, sino de conocer los lugares y temporadas del año en los que es adecuado, porque no en todos los meses hay estos animales en abundancia. Poco a poco hemos logrado causar eco con esta información a nivel científico. Por ejemplo, el proyecto me funcionó para coordinar a nivel de Centroamérica la integración de un grupo de trabajo acerca de pesquería de tiburón, el cual se hizo visible las actividades a nivel de varios países.
¿Cuál es el rol e importancia del tiburón en el ecosistema?
Este tiburón es pescado por la forma de su cabeza. Los que tenemos más de 30 años sabemos que frente a nosotros pasó la extinción del tiburón sierra, que se caracterizaban por tener una especie de sierra en la boca. Vivían en el Pacífico y en el Caribe, pero en los años ochenta se dieron las ultimas observaciones en el país. Esto nos dice que la extinción es real, y por ese camino van los tiburones martillo, si no hacemos nada.
Los tiburones son importantes en el ecosistema, porque son parte de la cadena atrófica, son reguladores de las poblaciones. Estos se alimentan de camarón, alacrán de mar y peces de fondos. Cumplen la función de quitar los organismos débiles, enfermos y que nadan lento en el agua. Además, si se quita a un grupo de depredadores, es casi seguro que otro grupo ocupará su lugar y posiblemente genere un desbalance.
Ahora, estamos trabajando sobre un registro del límite sostenible de pesquería de camarón y otras pesquerías en el Pacífico y el Caribe. En los últimos años hemos visto cómo la estructura de tallas de una población de tiburones ha disminuido considerablemente. Antes se encontraban tiburones martillo de 2.80 metros hasta 3.20, pero ahora, además de que cuesta encontrar un tiburón adulto, son mucho más pequeños.
Entonces, ¿la contaminación y la sobrepesca son los principales problemas para la vida marina en Guatemala?
Sí. Habría que agregar el calentamiento global, aunque este sea más general, no solo en el país. Los pescadores mencionan que el cambio climático en Guatemala se ve reflejado en el incremento de temperatura en la columna de agua y disminuye el oxígeno para las especies, lo cual hace que en ciertos meses desaparezcan de sus zonas de pesca. Esos efectos no se daban tan marcados años atrás. Entre las especies afectadas se pueden mencionar los peces róbalo y pargo, que son de mayor importancia comercial.
Biografía del investigador
Manuel Ixquiac es licenciado en acuicultura, graduado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, con especialidad en pesquería y oceanografía. Durante los 21 años de profesión, ha colaborado en diferentes investigaciones acerca de la vida marina, coordinadas por entidades nacionales e internacionales como Usac, Conap, Usaid y Fao. Fue coordinador nacional de la Unidad de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación. Ha trabajado como consultor en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza de Guatemala, Honduras y El Salvador.