Le puede interesar
Los médicos en los hospitales Pitie-Salpetriere y Georges Pompidou, en París, quieren comprobar si es seguro inyectar la sangre de gusanos de tierra en el torrente sanguíneo humano, con la esperanza de incrementar los niveles de oxígeno en los tejidos de pacientes infectados.
La agencia gubernamental de medicamentos de Francia, ANSM, aprobó la fase uno de la prueba el 27 de marzo y el comité de ética del gobierno dio luz verde el 4 de abril.
El biólogo investigador Franck Zal, director ejecutivo de biotecnología de la compañía Hemarina, observó hace años que los gusanos de tierra pueden sobrevivir en tierra y en agua.
“Observé que el gusano solo respira cuando está en el mar, y cuando está en tierra detiene la respiración por seis horas. De este modo descubrí que su molécula es como un tanque de oxígeno que le permite mantenerse sin respirar las seis horas hasta que suba la marea”, explicó Zal.
El tratamiento inventado por Zal se ha aplicado a pacientes trasplante de riñón y mejora los niveles de oxígeno en los órganos.
Hemarina tiene actualmente un criadero de gusanos en la isla de Noirmoutier, en el Atlántico.
La prueba comenzará con 10 pacientes de coronavirus que están al borde de la muerte y no incluye un grupo de control. Si la prueba clínica pasa a la fase siguiente, ya incluirá un grupo de control.
El tratamiento será administrado a un paciente a la vez y solo a los que sus familias lo hayan consentido.
Los médicos franceses admiten que el tratamiento es poco usual y que está en una etapa de prueba, pero debido a la necesidad urgente de encontrar soluciones para la nueva COVID-19, creen que vale la pena intentarlo.