Hay diferentes trastornos de salud que también pueden afectar la textura y forma de los pies, además de la herencia y edad.
Problemas comunes
Si se le da más carga de la debida a esta estructura compleja compuesta de 26 huesos, 33 articulaciones, 107 ligamentos y 19 músculos, se puede provocar dolores, torceduras y ampollas, así que lo mejor es que la persona baje las libras extras que tiene para asegurar sus pasos.
Asimismo, los juanetes (cuando hay una deformidad del primer dedo del pie y secundariamente la de los cuatro siguientes), es otro problema frecuente en las mujeres; entre las causas están, la herencia y el uso constante de un calzado apretado o puntiagudo.
También el pie plano ocasiona molestias, y se calcula que un 10 por ciento de la población mundial lo sufre, indica el médico Francisco Estrada, ortopedista y traumatólogo de la clínica Edificio Multimédica.
Pie diabético
Como su nombre lo indica, es otra de las patologías del siglo que más ha afectado a los pacientes, pues perjudica el espesor de la piel y la grasa de la planta, y según la severidad de la enfermedad, puede causar mutilaciones y úlceras; por ello, el diagnóstico temprano es decisivo, agrega Estrada.
Los diabéticos deben tener una atención extrema con sus pies y revisarlos a diario; consultar al médico cuando tengan heridas o presenten cambios de color; cortarse las uñas con sumo cuidado, y en el caso de las personas que no ven bien o tienen poca agilidad para hacerlo por sí solos, conviene pedir ayuda a un familiar o recurrir al podólogo.
Hongos
La dermatóloga Patricia Chang, del hospital Ángeles, explica que la infección más frecuente es la onicomicosis (hongos), que representa casi el 50 por ciento de los problemas en esta área.
Lo mejor es consultar al profesional indicado para tratar cualquier anormalidad en los pies, en lugar de acudir a especialistas dedicados a la estética.
El paciente debe bañarse con un calzado apropiado para el agua, en cualquier ambiente donde se encuentre; evitar el uso constante de zapatos con suela de hule y cortarse las uñas con el instrumento especial.
Otro problema común la uña se encarna por el mal corte (debe ser recto, no semicircular), el tejido de piel circundante (hay que retirar los bordes con un palito de naranjo, cuando termine de bañarse), y el uso de zapatos puntiagudos y apretados (que cambian la forma natural del pie, al comprimirlo), concluye Chang.
Adultos mayores
Esta población presenta molestias con frecuencia, formación de callosidades e infecciones, por lo general al usar calzado inadecuado. No obstante, la gran mayoría de los problemas en los pies son consecuencia de malos cuidados que han tenido desde jóvenes.
Algunos sufren de lesiones ulceradas (heridas que no cicatrizan) en pies y tobillos, por problemas vasculares u otras causas, que requieren de un tratamiento multidisciplinario que involucre al dermatólogo, el médico internista y el especialista vascular.
Las personas con várices y presión arterial elevada deben preocuparse especialmente por controlar estas lesiones, ya que son bastante dolorosas y limitantes, destacan los expertos.
Si desea comunicarse con los profesionales entrevistados, llame a los siguientes números: Dr. Francisco Estrada Valenzuela 385-3596; Dra. Patricia Chang 251-0743.
Preste atención
Mantenga su peso ideal y lleve una vida más saludable. Incluya en su dieta más frutas y verduras, y beba suficiente agua.
? Haga ejercicios con frecuencia. La caminata es una buena opción, pues le ayuda a mejorar la circulación.
? Si permanece parado (a) o camina todo el día, al llegar a casa sumerja sus pies en agua tibia; puede agregar 1/2 copita de vinagre o un té de manzanilla para relajarlos.
? Séquelos bien luego de lavarlos.
? Ponga sus piernas en alto durante 10 minutos, aplíquese vigorosos masajes y use zapatos cómodos.
? Utilice calcetines o calcetas que le permitan mantener los pies secos, como los de hilo o algodón.
