Generalmente, las personas que comienzan a padecer esta enfermedad no se dan cuenta, ya que al principio no hay dolor, la inflamación es escasa y el sangrado es mínimo. ?Es un proceso lento, continuo, silencioso y sin síntomas; por ello, también se le conoce como la epidemia invisible?, señala el periodontista Alberto Pérez Avendaño, fundador de la asociación de esta especialidad en Guatemala.
Etapas
Hay muchas clases de enfermedades periodontales, las más comunes son la gingivitis y la periodontitis; ambas dan como resultado la destrucción de las estructuras que soportan los dientes.
La etapa temprana se caracteriza por el enrojecimiento de las encías: se inflaman y sangran fácilmente al cepillarse o pasarse la seda dental, e incluso provoca mal aliento. Conforme pasa el tiempo, las encías se comienzan a separar y pierden hueso poco a poco, los dientes se aflojan y en la etapa final se pierden, agrega el doctor Pérez, de la Universidad de Oregon.
Causas
El odontólogo Carlos Velásquez indica que estos problemas ocurren principalmente por una higiene dental defectuosa y malestares sistémicos (mala alimentación o enfermedades).
La formación de la ?placa bacteriana? (capa pegajosa e incolora que constantemente se adhiere alrededor de los dientes) es una de las causas más recurrentes de la enfermedad, según la Academia Americana de Periodontología, AAP.
Por esa razón, la limpieza diaria es esencial para remover la placa y mantener una boca saludable; de lo contrario, se endurece y se convierte en un depósito rugoso y poroso llamado cálculo o tártaro. Las toxinas que allí se producen por las bacterias irritan las encías y destruyen los tejidos de soporte alrededor de los dientes.
Asimismo, existen otros factores que contribuyen, como el estilo de vida (fumar y mantener una dieta inadecuada), las enfermedades que interfieren con el sistema inmuno (protector del cuerpo, como la leucemia y el sida, en las etapas más avanzadas), pueden empeorar la condición. En la diabetes no controlada, en la que el cuerpo tiene mayor predisposición a la infección, ésta es generalmente más severa y difícil de tratar y controlar.
Además, los cambios hormonales durante el embarazo aumentan el riego sanguíneo a ciertos tejidos del cuerpo, incluidas las encías. Como resultado, de 30 a 60 por ciento de las mujeres embarazadas tienen encías rojas, dolorosas o sangrantes.
En las etapas iniciales de la enfermedad, el tratamiento implica remover la placa y cálculos de las bolsas alrededor de los dientes, para luego pulir y alisar las raíces. Así se eliminan las bacterias y los irritantes que causan la inflamación. Normalmente éste permite que la encía se adhiera de nuevo al diente o se contraiga lo suficiente para eliminar la bolsa. Los casos más avanzados pueden requerir intervención quirúrgica.
El odontólogo general usualmente detecta la enfermedad y la trata en sus estados iniciales. Sin embargo, los más indicados para hacer el trabajo son los periodontistas, una de las ocho especialidades reconocidas por la Asociación Dental Americana (ADA).
Sonrisa fresca
Mantener una dentadura natural le permitirá masticar sin complicaciones y disfrutar de una mejor digestión. Incluso, expresar una sonrisa saludable. Pero para ello es necesario una higiene bucal adecuada, y efectuarse regularmente un examen con un periodontista, quien diagnostica y trata este tipo de enfermedades.
El odontólogo Carlos Velásquez considera importante crear programas educativos para la salud bucal.
Oriente a sus hijos para que usen adecuadamente el cepillo y seda dental.
Evite los bocadillos entre comidas, especialmente alimentos que contengan harinas y azúcares.
Prefiera verduras, granos y semillas, para fortalecer la dentadura.
Cepillese después de ingerir alimentos.
Prevención
La mayoría de la gente no siente dolor alguno, por eso frecuentemente pasa inadvertido el problema.
Una de las formas para sospechar la enfermedad es a través del cepillado en seco una vez al mes, para verificar el sangrado. Pero lo más importante es una examen periodontal con un especialista.
