La noticia de que su muerte se debió a una sobredosis de fentanil —un analgésico opioide 50 veces más potente que la heroína— sorprendió y entristeció a quienes lo conocían como una persona con reputación de tener una vida limpia de drogas.
Se encontraron decenas de pastillas en Paisley Park, incluida al menos una que resultó positiva a fentanil. Sin embargo, las autoridades aún desconocen el origen de esos fármacos y no ha habido indicios de que vayan a responsabilizar pronto a alguien.
Expertos en justicia penal dicen que el ritmo lento de la investigación no significa necesariamente que ésta esté en peligro o que no se va a acusar nunca a alguien.
Citaron la complejidad de rastrear pastillas obtenidas ilegalmente, la necesidad de estar seguros antes de emitir citatorios, y el riesgo para los investigadores y fiscales, quienes no quieren sufrir una derrota vergonzosa en un juicio muy publicitado.
“A los fiscales federales, en especial, no les gusta perder”, dijo Gal Pissetzky, un abogado penalista con sede en Chicago.
“Por eso se pueden demorar tanto”, agregó.
Una persona clave a quien quieren entrevistar los investigadores es Kirk Johnson, quien fue durante mucho tiempo baterista en el grupo de Prince y el administrador en Paisley Park que estuvo entre quienes encontraron el cuerpo del músico.
Johnson además estuvo con Prince seis días antes cuando se sintió mal en un vuelo de regreso a casa después de una actuación en Atlanta y tuvo que ser revivido con dos dosis de un antídoto para opioides.
Expertos dicen que es natural que las autoridades quisieran hablar con Johnson, dada su proximidad a Prince. Pero Johnson no ha hablado con fiscales federales, según el funcionario con conocimiento del caso, quien solicitó a The Associated Press no ser identificado debido a que no puede hablar públicamente sobre una investigación en curso.
Aunque las autoridades no tienen poder para solicitar aun jurado investigador que indague y que emita citatorios para testificar, ese paso no ha sido tomado, añadió el funcionario.