¿Cómo han sido estos 30 años sobre las tablas?
Cuando uno hace algo que le gusta, el tiempo no se siente. Empecé en las muestras departamentales de teatro, en Cobán. Un colegio de mujeres me invitó a participar en Yerma, de García Lorca, para que interpretara al esposo de Yerma. Años más tarde, cuando vine a la capital empecé a estudiar arte dramático en el Teatro Abril. Ahí participé en obras para estudiantes como: Corona de amor y muerte, de Alejandro Casona, y Robin Hood. Así estuve varios años hasta que me independicé.
¿Usted tuvo a su cargo el desaparecido Teatro Reforma?
Estuve en él como cuatro o cinco años, en la década de 1990. Fue muy provechoso. Me encantan las creaciones de Alejandro Casona, así que mis primeras producciones fueron La tercera palabra y Romance en tres noches. Luego me di cuenta de que ese teatro era muy denso, así que empecé a escribir mis propias obras. En el tiempo que estuve en El Reforma monté Soy de Zacapa 1 y 2, que también son de mi autoría y que marcaron el inicio de comedias. También monté teatro para estudiantes: Dulce vocación, una de las puestas en escena que más satisfacciones me ha dejado, Yo padre, tú hijo y Al final del camino.
¿Qué significa para usted el teatro?
Un escape. Es muy satisfactorio transmitir diferentes emociones a través de él. Uno llega a tomar el papel de diversas personas y experimenta los sentimientos, y eso es enriquecedor. Una de las obras que me marcaron como actor fue María, cuando interpreté a Efraín. En ella logré que el público sintiera esa gran tristeza, y me dije: “Ahora sí puedo actuar”. La actuación siempre tiene que provocar algún sentimiento.
Usted comenzó en el teatro con montajes serios y luego se trasladó a comedias.
Yo estudié para actor dramático, pero tuve que adaptarme a lo que el público le gusta. Sin embargo, el hecho de que una obra sea comedia no es pretexto para que no tenga estructura. Además, no tiene que tener palabras soeces para que sea jocosa.
La obra
Boj con aroma de mujer se presentará los viernes y sábados a las 20.30 horas, en el restaurante El Paa Bank, zona 9, a partir del 25 de enero. Admisión, Q70.
En la obra —una parodia de la novela Café con aroma de mujer, en la cual una citadina se va a trabajar con unos campesinos millonarios— participan Yolanda Coronado, Gustavo Ostrich y Wilfredo González Palín, por nombrar algunos.