Bayona se inclinó, hasta ponerse a su altura, para entregar el galardón a este cineasta de “trayectoria increíble”, que se lo dedicó a todos sus fans, y a quienes “reúnen algo de dinero” para poder ver películas en pantalla grande, como les gusta a los profesionales de este mundo.
El actor, productor, director y también guionista aceptó “de inmediato” el Premio Donostia cuando se lo propusieron hace varios meses, según aseguró esta tarde en rueda de prensa.
Se sintió “emocionadísimo” por la distinción del certamen donostiarra, al que acude por primera vez y que ha proyectado para él un vídeo con extractos de muchas de sus películas, desde aquella One Flew Over the Cuckoo's Nest (1975), en la que aparece jovencísimo y que supuso su debut en un gran papel.
El sábado, ante los medios de comunicación, recordó su primera visita a España, cuando tenía 22 años y su hermana, 16 mayor que él, le puso al cuidado de su sobrino, que estudiaba guitarra clásica, para que acudiera a una clase magistral de Andrés Segovia en Santiago de Compostela.
Allí pasaron varios días en un hotel comiendo “gambas (camarones) y pescado” y sin apenas ver un alma hasta que, intrigado, preguntó en recepción y supo que la clase magistral de Andrés Segovia se había celebrado por esas fechas pero el año anterior.
La escapada fue, en cualquier caso, “una buena experiencia”. Les sirvió para volver a su país con una guitarra Ramírez comprada en España, después de haber viajado también por Francia e Italia.
DeVito ha sido reconocido por una trayectoria de casi medio siglo en distintas facetas de la industria del cine y también en el teatro. Disfruta de su profesión en tiempo presente, sin planificar nunca el futuro.
Ha trabajado con numerosos y prestigiosos directores, como Milos Forman, Francis Ford Coppola y Brian de Palma, y hay otros muchos con los que le gustaría hacerlo, pero no ha dado nombres.
“Hay tantos con los que me gustaría… Acabo de hacer Dumbo con Tim Burton, veremos con quién trabajo la próxima vez. Vivo las cosas momento a momento”, manifestó.
El director de Matilda (1996) y The War of the Roses (1989) afirmó que le cuesta decir cuál de sus facetas profesionales le atrae más porque disfruta con todas, aunque admite que ponerse delante de la cámara le vuelve “loco”.
Y le preocupa el calentamiento global, al que su país ha dado “la espalda”. “No estamos en una buena situación y esperemos poder cambiarlo en nuestras próximas elecciones”, afirmó.
Contenido relacionado:
>Jurassic Park cumple 25 años
>Danny DeVito, actor invitado en el reciente videoclip de One Direction
>Disney prepara una película de Peter Pan con actores reales