Durante años, se ha hablado que la canción estaba dedicada a Miguel Felix Gallardo, uno de los narcotraficantes más temidos y famosos de México, sobre todo en la década de los 90, época en que se estrenó la canción y el disco que llevaba el mismo nombre.
“Usted puede preguntar en Sinaloa a quién está dedicada la canción y cada persona tendrá una respuesta, pero no será la misma”, dicen en el mismo documental.
Finalmente, el autor de la canción, Teodoro Bello, reveló que la canción la hizo a petición del líder de la agrupación mexicana, Jorge Hernández, que quería una canción que se convirtiera en un éxito mundial.
“Íbamos en carro a San José California y Jorge me dijo que quería una canción que superara al Pacas de a Kilo. Yo creía que algo que superara ese gran éxito solo podía ser un jefe de jefes. Y allí, Jorge me dijo que eso le gustaba”.
La canción se volvió un gran éxito casi de inmediato y se convirtió en una de las más populares de los Tigres del Norte.
“La gente que no sabe lo involucra con el narcotráfico. A mí se me ocurre para hacérselo al mejor doctor, al mejor presidente, al mejor político. Esa canción no se hizo pensando en algo negativo, pero cada cabeza es un mundo. Yo hago canciones y después de allí háganle lo que quieran”, explica Teodoro Bello.
Esta revelación forma parte del documental “Tigres del Norte: historias que contar” que revela la historia íntima de la agrupación mexicana y también explica cómo han vivido sus integrantes la pandemia del coronavirus.