“Cuando me enteré de la caravana (migrante) estaba impresionado por ese acto de resistencia colectivo, me fui con mis amigos más locos a Tijuana, donde conocimos a Irving y estábamos por volver a Europa cuando se lanzó una nueva caravana y dijimos, vamos”, dice a Efe Krese.
El “peregrinar” de los cineastas junto a la gente que migraba comenzó a pie en enero del 2019 en San Pedro Sula, Honduras, y en dos meses y medio recorrieron 4 mil kilómetros con las mismas adversidades que pasaban los migrantes.
“Siempre fuimos parte de la caravana”, recuerda el director, quien considera que no había otra forma de hacer un documental de este tema teniendo privilegios y comodidades que los demás miembros de la caravana no tenían.
Grupos vulnerables y machismo
En “Lo que queda en el camino”, que actualmente es parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, Krese y Do Carmo le dan una cara a esas imágenes que inundaron los medios de comunicación de ríos de gente entrando a México y que dejaron sus hogares con una mochila a cuestas.
Fue en la frontera de Guatemala y México que los realizadores conocieron a Lilian, una mujer víctima de violencia por parte de su esposo que tomó la decisión de irse de su país con sus cuatro hijos.
Si el ser migrante hace que las personas sean parte de grupos vulnerables, el ser mujer y madre soltera, complica aún más los escenarios que tienen que enfrentar.
“Yo crecí con mujeres y con una madre soltera, es verdad que esto viene mucho de ahí, pero también de ver la diferencia que existe entre ellas y un muchacho de 20 años que viaja solo con una mochila”, asegura Krese, marcado también en su vida por la migración cuando su madre migró a Alemania.
Mantener juntos a cuatro hijos pequeños, hacerse cargo sola de ellos, educarlos y tener el temple para no mostrar su sufrimiento, son algunas escenas que enmarca el documental centrado en Lilian.
“Era importante mostrar una escena en donde ella está cambiando pañales a su hija y los hombres comienzan a gritar, ‘ya vámonos’; vemos como ella no solo huye de la violencia machista, sino que esa confrontación la sigue para todos lados”, asegura Krese.
Irving Mondragón también fue parte del trayecto que los cineastas hicieron, trabaja en Casa de Luz, un espacio que se dedica a ayudar a estos grupos vulnerables dentro de los grupos migrantes y estuvo presente en la caravana apoyando.
“Hay que entender las caravanas como un acto de resistencia colectiva, estas hicieron que mucha gente, y sobre todo los más vulnerables como la comunidad LGBT, las mujeres, madres solteras o enfermos, tuvieran la oportunidad de acuerparse en la caravana”, menciona Mondragón.
No obstante, las medidas que está llevando a cabo el Gobierno actual en torno a la migración han complicado no solamente el trayecto de quienes buscan migrar, sino que también han puesto en riesgo a aquellos que se solidarizan y los ayudan en el camino.
“Acuerpar la caravana fue vivirla hasta las últimas consecuencias, y con el cambio de políticas migratorias por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha crecido la criminalización a la solidaridad, uno pensaría que eso pasaría en el Gobierno de (Enrique) Peña Nieto (2012-2018), pero en el Gobierno de López Obrador activistas han sido arrestados y encarcelados”, denuncia Mondragón.
Los directores tienen tanto material del viaje y tantas historias que mostrar aún, que esperan hacer una segunda parte de este proyecto, por ahora “Lo que queda en el camino” será parte de más festivales como su presentación en el festival DocsMX 2021.