Durante una semana, los amantes del arte textual podrán sintonizar lecturas de poesía, conversatorios, podcasts, así como muestras audiovisuales y musicales desde el perfil en Facebook, Instagram, Twitter, Spotify y YouTube del festival.
Así como en redes sociales, la fiesta cultural será difundida en radios y televisoras comunitarias, debido al cambio de logística que suscitó la pandemia por el covid-19. A pesar de los efectos, esta nueva modalidad busca llegar más personas.
Aunque la mayoría de las actividades serán desarrolladas en plataformas virtuales, los organizadores del festival buscan acercar a las personas con poco acceso digital a la poesía, por lo que algunas lecturas serán transmitidas en espacios públicos como mercados en Quetzaltenango, Totonicapán, San Marcos y Sololá, a través de radios comunitarias.
Con esta propuesta, se pretende hacer del festival “una especie de articulador que lleve la poesía a más espacios y que propicie la escucha de otros discursos entre tantas noticias desalentadoras”, comparte Marvin García.
Generaciones entrelazadas
El representante del festival agrega que debido a las actuales posibilidades de comunicación el evento contará con una mayor amplitud, a diferencia de otras ediciones.
Este año serán 70 invitados nacionales e internacionales que declamarán y conversarán entre versos y afectos generados por la palabra, desde sus espacios habituales.
García cuenta que la selección de participantes fue pretendida para marcar una “línea intergeneracional”, donde convergerán poetas de épocas mayores, intermedias y emergentes.
Este año se podrá escuchar a representantes de Guatemala y de nacionalidades como México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Chile, España, Italia, Líbano y demás.
Raúl Zurita poeta invitado al 16 Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango en homenaje a la poeta Delia…
Publicado por Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango en Lunes, 19 de octubre de 2020
Uno de los participantes más destacables de esta edición es el chileno Raúl Zurita, quien fue reconocido con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020.
Guatemala hablará desde las voces de Carolina Escobar Sarti, Luis Méndez Salinas, Regina José Galindo, Luis Morales, Rosa Chaves, José Aguilar, Vania Vargas, y muchos más.
Dentro de ese mismo acervo poético nacional, este año el festival dedicará su edición a la poeta Delia Quiñonez, por su trayectoria y disrupción literaria.
La autora recibió el Premio Nacional de Literatura 2016, fue integrante del grupo de poetas Nuevo signo, y ha escrito poesía, ensayo, narrativa breve, prólogos, estudios y comentarios culturales, literarios, feministas y de artes visuales.
Por la memoria
Asimismo, el Festival de FIPQ hará un reconocimiento y homenaje a las víctimas, familiares y comunidades que han sufrido los efectos de las desapariciones forzadas, a partir del trabajo de la Asociación Memoria, Dignificación y Esperanza (AMDE) de Santa Lucía Cotzumalguapa (Escuintla).
El festival ha asumido una responsabilidad para dar a conocer problemáticas sociales. Marvin García explica que desde la plataforma ven las desapariciones como un fenómeno humanitario y no ideológico.
Se trata de generar conciencia para que los sucesos del pasado, como el conflicto armado interno, no vuelvan a repetirse, dice Marvin.
“Como artistas y gestores culturales estamos obligados a trascender más allá del arte, para que este sea una herramienta de transformación social”, expresa García, quien además enfatiza en la valentía del trabajo de AMDE.
La Asociación Memoria, Dignificación y Esperanza es una iniciativa formada en 2006 por familiares de obreros desaparecidos quienes se manifestaron en 1980 ante las injusticias laborales vividas en fincas de Santa Lucía Cotzumalguapa.
El trabajo por mantener viva la memoria de quienes se han ido de manera forzada se ha plasmado en dos publicaciones (Porque queríamos salir de tanta pobreza y Hasta ver la justicia) por parte de AMDE. Los libros recopilan testimonios de familiares de desaparecidos.
De igual manera, los miembros de la asociación -integrada por un promedio de 80 familias- han desarrollado el programa educativo Memoria histórica y cultura de paz, mediante la cual dan a conocer los efectos del conflicto armado interno en el país y la comunidad.
Pedro Reyes, secretario de la junta directiva de la asociación, expresa que el homenaje del 16º Festival de Poesía de Quetzaltenango es de gran valor, ya que reconoce el trabajo de memoria en el municipio de la costa sur.
“El festival abre la oportunidad de dar a conocer la lucha que se ha llevado a cabo durante mucho tiempo, aún con las consecuencias que se han tenido”, agrega.
A decir de Reyes, los textos pueden servir como reivindicación, ya que trasladan a las personas a nuevos contextos y espacios. La historia, complementa, también puede conocerse desde las palabras y las páginas.