“Hay que reconocer que esta obra puede apreciarse desde innumerables puntos de vista. Es tan vasta como hermosa”, comenta el escritor Mario Alberto Carrera, Premio Nacional de Literatura 1999, al referirse a El señor presidente.
Los elementos extraliterarios que se plantean en la obra cautiva a los estudiosos de Historia, de la Ciencia Sociales y de la Literatura por igual; esto gracias a su corte tan preciso para detallar las dictaduras y la represión social.
“Es motivo de muchos debates cómo Asturias logró amarrar la historia en un dictador que puede pertenecer a cualquier parte de Latinoamérica”, dice Carrera y agrega: “Su literatura es fina y no tiene nada que envidiar a los escritores europeos de aquella época”.
Aporte literario
Se puede decir que con El señor presidente, Asturias partió la historia de la literatura por su innovación y su juego de palabras, que algunos hasta han catalogado como musical. “En las letras de Asturias en El señor presidente se escucha hablar al guatemalteco, lo retrata de manera fiel. Es sin duda una obra fundamental para entender el pensamiento local”, comenta el escritor y Premio Nacional de Literatura 2010, Enrique Noriega.
“Asturias logra, gracias a la influencia de las letras de James Joyce y Marel Proust, una prosa que no se igualó en las letras de Latinoamérica. Los diálogos internos, la forma de expresión son los detalles que se aprecian en El señor presidente”, comenta Carrera.
A 70 años de la primera edición de esta obra, el sonido, la poética y la denuncia son los bastiones que hacen de esta una de las más consolidadas de las letras mundiales.
“Como uno de los grandes impulsores del surrealismo y el realismo mágico en sus obras, Asturias ha sido poco valorado, enfatiza Carrera.
“Con todo y sus altibajos en la obra, el lugar de honor para Asturias es innegable. Es poesía hecha prosa que no debe dejar de leerse”, agrega Noriega.
El argumento
La trama de esta obra marcada por un régimen dictatorial, el terror, la maldad y la muerte comienza a desarrollarse en El portal del Señor, un sitio donde se agrupaban los pordioseros junto a Pelele.
Después de cometer ese asesinato, Pelele huye y sus compañeros son llevados por la policía para testificar bajo tortura. Son obligados a mentir con el fin de responsabilizar al general Eusebio Canales por el crimen y así desestabilizar al gobierno.