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El tiempo presente

MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

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Explico, una vez más,  usos del presente del indicativo,  por petición de mis lectores.

Aunque en ocasiones anteriores me he referido a los distintos usos del presente del indicativo, los explico una vez más, por petición de mis lectores nuevos.

El tiempo presente del modo indicativo tiene varios usos además del “presente actual”, que denota coincidencia de la acción y el momento en que se habla: “Seguramente se ha asomado algún gato porque los perros ladran”. Los perros están ladrando ahora, en este momento. “Los perros ladran al ver a los gatos trepar al árbol cercano a sus perreras” indica un “presente habitual”: los perros ladran siempre que ven a los gatos trepar al árbol: ayer, hoy y mañana. En el “presente por futuro” es el contexto el que determina el momento en que sucede la acción, siempre usando la conjugación en el tiempo presente del modo indicativo: “María se gradúa de abogada el próximo noviembre y Juan recibe su título de doctor en medicina en mayo del año entrante”. Como puede verse, son los circunstanciales del contexto los que determinan el tiempo futuro.

El “presente científico” señala cosas inmutables (esperemos) en la ciencia: “El Can Mayor y el Can Menor, son constelaciones australes” y así será siempre a menos que se cumpla la canción de Arjona: “… si el norte fuera el sur…”. Otro ejemplo es: “El agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno”. El “presente intemporal” indica que algo siempre será igual, pero no es científico: “Dios es eterno” —para los creyentes, pues para los ateos “Dios no existe”— y esta última afirmación también denota temporalidad. “En mayo comienzan las lluvias y cesan en octubre” señala que así es todos los años.

En el “presente histórico” los sucesos han ocurrido en el pasado, pero por cuestión de estilo, quien habla se refiere a ellos en el tiempo presente: “De acuerdo con su segunda carta a Cortez, cuando don Pedro de Alvarado llega a tierras guatemaltecas ve dos volcanes en erupción: uno es el de Atitlán, que lanza piedras incandescentes y lava al lago y el otro es el de Fuego”. Muy parecido es el “presente de narración” que relata sucesos reales o ficticios: “Los ‘poetas malditos’ toman ajenjo y fuman hachís”. “El caballo del jinete sin cabeza, galopa por los caminos de la finca hasta llegar al camposanto”.

En el “presente por mandato” se usa el presente del indicativo en lugar del modo imperativo: “Buscas tus libros ya y te dedicas a estudiar” por “busca tus libros ya y dedícate a estudiar”. En el “presente de condicional” el presente sustituye obligadamente al futuro: “Si perseveramos en el estudio, seremos pronto profesionales”. “Iré contigo si me prometes que te portarás bien”. Ocasionalmente el presente sustituye al pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo (antepretéritos primero y segundo) y al condicional perfecto (antepospretérito): “Si el jefe se entera, lo despide”, por “si el jefe se hubiera (o hubiese) enterado lo habría despedido”.

Selene1955@yahoo.com

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