En la primera película de la saga se tiene la impresión de que Snape sería un villano, pero al final entendemos que los motivos de sus acciones eran para proteger a Harry, quien es el hijo de Lily Potter, el gran amor de su vida. Aunque el personaje prometía mucho éxito, cuando Alan Rickman fue llamado para su interpretación se negó.
Chris Columbus, director de las primeras dos películas de Harry Potter comentó que no fue fácil convencer a Rickman para que actuara en la saga. En una entrevista con AV Club, Columbus relató cómo fue el proceso para elegir al actor que daría vida al profesor de pociones de Hogwarts.
Aunque al principio fue complicado encontrar a alguien que encajara con el perfil, cuando vieron a Rickman estaban seguros de que él era el indicado. Sin embargo, el actor se negó porque no quería que se le encasillara como un villano más, ya que venía que actuar en la película La jaula de cristal.
Debido a que no lo convencían, los directores le comentaron la situación a la escritora J.K Rowling, quien se reunió con el actor y le relató lo que pasaría con Severus Snape en el resto de la saga, especialmente en el séptimo libro. De esta forma aceptó ser parte de la producción.
“Cuando estábamos en el set, él hacía pequeños gestos en su actuación que no podía entender de dónde provenía o su razón de ser. Me acercaba después y le preguntaba: ‘¿Qué ha sido eso?’, y él decía ‘Lo sabrás cuando leas el séptimo libro’. Y yo estaba como ‘Bueno, pero eso no me ayuda ahora que estoy con la primera película’”, dijo el director.