Los condicionales son otro desastre en los titulares. Tal como lo señaló en una de sus columnas recién pasadas el escritor Arturo Monterroso, don Emilio Alarcos Llorach, un destacado miembro de la RAE (q. e. p. d.) en su Gramática de la lengua española hizo ver que el condicional (pospretérito o potencial) debería estar separado del indicativo, pues este último es el modo de lo real, en tanto que el condicional indica una probabilidad. Lo mismo sucede con el futuro, pues son las circunstancias las que lo determinan.
No podemos conocerlo con certeza. Agrego que por librarse de cualquier responsabilidad, en casi todo el mundo se usa la conjugación que no corresponde: “El acusado ‘podría’ ser el violador de la niña”, cuando este ya confesó públicamente ser el culpable. En ese caso debe usarse el indicativo: “El acusado ‘violó’…”. “La reina ‘habría’ criticado a su nuera, porque usa minifaldas…”. No, señores, “la reina ‘criticó’ a su nuera…”. No se trata de lo que pudo haber hecho la reina, sino de que lo hizo: la criticó.
Otros condicionales sí son adecuados, cuando enuncian hechos posibles: “El presidente dijo que iría a la conferencia y así lo hará” (pasado referido al futuro). “El presidente dijo que iría a la conferencia y así lo hizo” (pasado referido al pasado).
“El presidente dijo que iría a la conferencia y allí está (pasado referido al presente). Además se refiere a posibilidades en el pasado: “Habría estudiado unas dos horas, cuando se quedó dormida” (posiblemente ‘había’ —copretérito o pretérito imperfecto— estudiado…). “Serían aproximadamente las seis de la mañana cuando comenzó a llover…” (más o menos ‘eran’…). “Tendría unos 50 años, pero parecía de 40″ (‘tenía’ unos 50 años…”).
Monterroso señala en la dicha columna otro error que no pocas veces he mencionado yo también: traducir del inglés el verbo “to appy” cuando se trata de pedir algo, como “aplicar”. En buen español, nadie aplica a una beca, a un préstamo o a un trabajo. Los solicita.
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