En 1999, Hanley Denning, originaria de Maine en Estados Unidos, llegó a Guatemala para estudiar español. Poco tiempo después, empezó a trabajar como voluntaria con niños y adultos que vivían en pequeños pueblos cerca de La Antigua. En aquella época, había estado enseñando en Carolina del Norte después de recibir su maestría en educación del Wheelock College.
A Hanley le encantaba Guatemala. Un compromiso de un año se convirtió en dos, pero, aun así, nunca imaginó que se quedaría. Justo cuando se preparaba para volver a Estados Unidos en 1999, una buena amiga le pidió un favor: que la acompañara a una zona roja y pobre junto al vertedero de la zona 3 de la Ciudad de Guatemala. Esa visita la conmovió. Esa misma semana vendió su computadora, auto, vació su cuenta de ahorros y abrió las puertas de Camino Seguro, un lugar para darle educación y alimentos gratuitos a niños, eso fue en diciembre de 1999.
Tras graduarse en el Bowdoin College en 1992, Hanley trabajó incansablemente en favor de los niños en situación de riesgo. La dura realidad de la vida en el vertedero de la ciudad de Guatemala no se parecía a nada de lo que había experimentado antes en Estados Unidos. Sintió una llamada a hacer algo, pues vio la pobreza y la desesperación en su forma más impactante.
La ex estrella del atletismo en Bowdoin College, Denning, quedó impresionada por lo que vio en el vertedero de la ciudad de Guatemala: recolectores de basura compitiendo con buitres por la comida arrojada por camiones, niños pequeños jugando entre ratas.
Según el autor de “Angel of the Garbage Dump”, la experiencia impulsó a Hanlye a -como dijo la Madre Teresa-, “encontrar su propia Calcuta”. Hanley llamó a su familia en Nueva Inglaterra y les pidió que vendieran todo lo que poseía y le enviaran el dinero. Luego, lanzó una organización sin fines de lucro de refuerzo educativo llamada Safe Passage o Camino Seguro, y ayudó a sacar a miles de niños de uno de los vertederos urbanos más grandes de las Américas.
Denning murió en un accidente automovilístico en la carretera Interamericana, entre Mixco y San Lucas, en 2007, pero Camino Seguro, su gran legado, continúa hasta hoy, llevando educación a centenares de niños de escasos recursos.
