Escenario

Joaquín Orellana: 9 décadas de un creador

El reconocido compositor musical alcanzó los 90 años lleno de su particular lucidez y anhelos artísticos.

Joaquín Orellana celebra 90 años

El maestro Joaquín Orellana en una imagen de enero 2020. Fotografía Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan

Este 5 noviembre marcó una fecha grande para la historia de la música nacional, pues se conmemoró el cumpleaños número 90 del compositor e intelectual del sonido Joaquín Orellana.

El multiinstrumentalista, quien ha dedicado más de la mitad de su vida al ejercicio musical, aseguró sentirse satisfecho con el camino andado hasta ahora. “En el entendido que cada ser humano tiene una oportunidad que es la vida, creo haberla aprovechado lo más posible, ya que he lanzado muchas propuestas estéticas,” expresa el maestro.

Prueba del ingenio de Orellana se ha visto en sus más de 220 útiles (o esculturas) sonoros, así como en la memorable Sinfonía desde el Tercer Mundo, estrenada en 2017 durante el icónico Festival Documenta cuya 14ª edición se llevó a cabo en Atenas (Grecia). La sinfonía fue presentada en Guatemala junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, un año después. Disfrute de la presentación en este video.

De la experiencia en Grecia, Orellana asegura fue importante, ya que “puso en alto los relieves sociales de Guatemala en el viejo mundo”. Allá, su composición fue interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de Atenas junto a un coro de 95 personas.

Durante su estancia en Atenas, el reconocido cineasta Wener Herzog dijo que la Sinfonía desde el Tercer Mundo había sido de lo mejor que Documenta presentó.

 

Orellana ha sido un creador desde temprana edad. Recuerda que alrededor de los 8 años hacía música “de manera espontánea” y a los 11 -con un solfeo establecido- ya componía música para pequeños animales. Pasado el tiempo se obsesionó con la física y la química, pero siempre estuvo ligado al sonido.

En 1964 realizó la pieza musical para ballet Contrastes, misma que le valió una beca para estudiar en el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales del Instituto Di Tella en Buenos Aires (Argentina) entre 1967 y 1968.

En el presente

El maestro cuenta que durante los meses de la pandemia se ha mantenido ocupado creando y desempolvando algunas ideas. “El encierro es deprimente, pero por otro lado ha sido positivo porque he retomado cosas que han quedado truncas”, comparte.

Durante este tiempo ha afinado detalles alrededor de la obra Guatemalada Guarimibiante, “una especie de homenaje al ritmo que ha caído en el olvido” y que planea sea interpretada de manera orquestal junto a un coro mixto (de hombres y mujeres).

Asimismo, otro de los planes que mantiene inquieto al compositor y multiinstrumentalista a sus 90 años, es el Gran salón de la multifonía; un proyecto que ha imaginado desde hace décadas en el que pretende complementar utilitería sonora con propuestas estética en una sala donde se escucharán varias de sus esculturas, comandadas de manera digital.

Orellana cuenta que tomará algún tiempo para que su propuesta surja; aun así, se mantiene esperanzado. De momento, su máximo deseo es que los mensajes musicales de su obra lleguen y sean bien interpretados: “Son obras de arte, no pancartas políticas ni manifiestos. Lo que hacen es describir nuestra realidad social”, concluye.

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