La fusión de talentos entre los jóvenes músicos y el destacado violinista es importante, ya que el estadounidense fue un niño prodigio de la música, por lo que se dedica apoyar a las nuevas generaciones que están interesadas en la música clásica.
Joshua Bell interpreta y sorprende esta noche con su talento. La gira que llega a Guatemala #TocandoFibras une a Joshua y a la Filarmónica Joven de Colombia. pic.twitter.com/5c9puafUF9
— Ingrid Reyes (@ireyes_pl) July 8, 2018
Así fue la velada
Bell, durante su intervención, demostró que ningún disco y tecnología ha logrado transmitir las emociones que vierte en el escenario un músico en vivo, como él mismo ha asegurado en diferentes ocasiones. Mientras se escucha su prodigiosa actuación es imposible no traer a la memoria que su violín llamado Gibson ex-Huberman data del siglo XVIII y es el que le ha acompañado más de una década a todas sus presentaciones.
Una investigación de Univisión refirió que el instrumento fue robado dos veces al violinista polaco Bronislaw Huberman; la primera en 1916, pero lo recuperó después de unas horas. La segunda fue en 1936.
En esta última oportunidad el violín no apareció hasta 50 años después, cuando Julian Altman confesó en su lecho de muerte que él lo había robado durante un concierto de Huberman.
Bell, en una entrevista con Prensa Libre, aseguró que es su consentido, pero también cuenta que es un coleccionador de instrumentos desde hace 40 años y cada uno de ellos tiene un nombre y una historia que contar.
Más detalles
La oportunidad de tener a Bell en el país es histórica. Es considerado uno de los mejores violinistas del mundo y existen grandes probabilidades de que los amantes de la televisión, el cine y el arte tengan registrado en su memoria el sonido de las cuerdas de Bell. Ha sido parte de diversas series y películas como en Ángeles y Demonios, Silk o El violín rojo, ganadora de un Óscar por mejor música original. Además, ha publicado más de 40 discos.
La interpretación de Bell pareció breve, pero en esos minutos movió emociones entre los asistentes.
En la segunda parte del concierto, “La Joven” tocó con vitalidad la décima sinfonía de Dmitri Shostakóvich con una técnica impecable. Esta obra fue compuesta en 1953 y simboliza la libertad conseguida después del fallecimiento de Stalin.
El concierto fue dirigido por el venezolano Rafael Payare, quien ha dirigido la Filarmónica de Viena, la Orquesta de Cámara Mahler, la Sinfónica de Chicago, la Orquesta Filarmónica Checa, entre otras.
Como #LaJoven es conocida la Filarmónica Joven de Colombia con casi 90 integrantes. Su interpretación impresionante y llena de energía ha llegado a más de 25 países. #TocandoFibras pic.twitter.com/lUsQt8bxsq
— Ingrid Reyes (@ireyes_pl) July 8, 2018
Una noche con diversas sorpresas. El final estuvo lleno de energía cuando los músicos transformaron el ambiente en una fiesta de ritmos latinos, baile y movimiento.
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