El hallazgo fue presentado el lunes pasado en un encuentro de la Sociedad Estadounidense de Astronomía en Boston. “Nos sorprendimos cuando nos dimos cuenta de lo que encontramos”, dijo el astrónomo Xavier Dumusque, del Centro de Astrofísica de Harvard-Smithsonian (CfA por sus siglas en inglés), quien dirigió el estudio usando información original recolectada por el telescopio espacial Kepler de la NASA.
El equipo usó el instrumento HARPS-North, del Telescopio Nazionale Galileo, ubicado en Islas Canarias, para conducir observaciones consecuentes que permitieron medir la masa del gigante rocoso.
No se pensaba posible que existieran planetas como este. La enorme fuerza gravitacional de tal cuerpo masivo acrecentó una envoltura de gas durante su formación, inflando el planeta para convertirlo en un gigante de gas del tamaño de Neptuno o incluso Júpiter. Sin embargo, se cree que este planeta es sólido, compuesto principalmente de roca.
“Justo cuando pensabas que tenías todo comprendido, la naturaleza te da una gran sorpresa, en este caso, literalmente”, dijo Natalie Batalha, científica de la misión Kepler en el Centro de Investigación de Ames de la NASA, en Moffet Field, California.
Kepler-10c hace órbita a una estrella como el sol cada 45 días, por lo que es un planeta muy caliente como para sostener vida como la conocemos. Está localizado a unos 560 años luz de la Tierra en la constelación Draco. El sistema también se compone por Kepler-10b, el primer planeta rocoso descubierto con información del telescopio espacial Kepler.
Kepler es la décima misión de descubrimiento de la NASA y está financiado por el Directorio de Misión de Ciencia de la NASA en las oficinas centrales de la agencia en Washington. Con información de CNNMéxico.
