La semana recién pasada, Ixquiac inauguró la muestra Obra para mi desolvido, en la galería El Túnel, zona 10, la cual incluye piezas inéditas que a su criterio son significativas en su carrera y muestran una calidad expresiva con contenido profundamente humano.
“La exposición incluye más de más de 40 piezas que datan desde la década de 1960 hasta la actualidad, pero no precisamente son cronológicas, ya que la idea no era hacer una exhibición retrospectiva, sino sacar a luz obras para mi desolvido”, explica el artista plástico.
“En algunas obras se pone de manifiesto la violencia, los desaparecidos y los torturados de la época de guerra del país. Todas esas piezas pertenecen a una realidad testimonial que aqueja a Guatemala”, agrega.
El autor, quien refleja en cada obra su descontento por la injusticia social, asegura que la protesta ante cualquier hecho depende desde qué punto de vista ideológico se hace, y que en la plástica es a través de la transcripción de los acontecimientos.
Por ejemplo, Ixquiac muestra en una de sus pinturas la imagen de un hombre mono y un hombre venado, que están colgados del cuello y maniatados con alambre espigado. “En este tipo de obra trato de plasmar la carencia de bienes y la injusticia que ha habido durante la historia de Guatemala con las clases sociales que no forman parte de las cúpulas de poder”, añade.
Exposición
Obra para mi desolvido estará abierta en Galería El Túnel, 16 calle 1-01, Plaza Obelisco, zona 10. Entrada libre.