En esto está la importancia de que durante el día se consuman alimentos que incluyan las diferentes tonalidades de amarillo, anaranjado, morado, verde, rojo y blanco.
“Mientras más coloridos estén nuestros platos de comida, nuestro organismo recibe más beneficios; por eso, las frutas y verduras no deben faltar en nuestra dieta”, comenta la nutricionista Diana Rivas.
“La variedad de tonalidades que se encuentran en las frutas y vegetales estimulan nuestros sentidos.
Además, esto facilita el buen funcionamiento de todos nuestros sistemas como el digestivo, circulatorio, nervioso y pancreático”, explica la especialista en medicina natural Anne Bonin, de la clínica Hunab-Ku.
Los champiñones son un excelente complemento.
Blanco
Los pigmentos blancos se conocen como antoxantinas, los cuales se pueden encontrar en papas, cebollas blancas, ajos y puerros. “Los vegetales u hongos de este color favorecen al aparato circulatorio por el predominio del agua. Alimentos como el coco, guanaba, y champiñones son ideales para prevenir la hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares gracias al potasio que contienen”, dice Bonin.
La lima tiene vitamina A.
Amarillo
Estos frutos tienen mucha vitamina A, alfacaroteno, betacaroteno, potasio, ácido fólico y xantinas —un tipo de estimulante natural—. En frutas como la piña hay carotenoides, los cuales permiten la regeneración de tejidos. “También tienen manganeso, vitamina A y magnesio que sirve para el buen funcionamiento del sistema nervioso”, especifica la nutricionista Diana Rivas. En este grupo se encuentra, la piña, chiles pimientos, bananos y limas.
La zanahoria es rica en vitamina A y betacaroteno.
Anaranjado
Esta tonalidad es rica en vitamina C, que favorece el sistema inmunitario. “Es bien conocido que frutos de este color ayudan a prevenir y aliviar resfriados”, comenta Rivas. Estos también son ricos en vitamina A y betacaroteno, que previene el envejecimiento. Los alimentos de estos colores ayudan a mantener una buena visión, pero también contribuyen a la formación de tejidos de la piel.
Las uvas tiene antioxidantes.
Morado
Uvas, ciruelas, berenjenas o cebollas moradas son fuente de vitaminas A, B y C. “Su consumo hace que el cuerpo absorba antioxidantes —moléculas capaces de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas—, antibacterianos y azúcares que el organismo necesita”, explica la especialista en medicina natural Anne Bonin. Entre sus propiedades también está combatir ayudar a la salud del tracto urinario.
El verde del aguacate es conocido por propiedades preventivas.
Verde
Los frutos verdes tienen este pigmento gracias a la clorofila y, en algunos casos, a los glucosinolatos. Este último componente se ha relacionado con la prevención de algunos tipos de cáncer. Las hojas verdes tienen un alto contenido de hierro, ácido fólico y vitamina C. Frutos como el aguacate contienen muchas vitaminas y minerales, proteína y grasa no saturada, que nivela el colesterol en sangre.
El tomate es uno de los frutos de mayor consumo.
Rojo
Este color representa que el alimento es alto en antioxidantes y licopeno. Algunos estudios demuestran que este último protege contra el cáncer de próstata, las enfermedades cardiovasculares y las quemaduras por la exposición a la luz ultravioleta. “Estos alimentos son anticancerígenos naturales”, indica la nutricionista Diana Rivas. Entre estos frutos se encuentran las fresas, la sandía, el tomate y las cerezas.