El músico Joaquín Orellana, ha creado más de 220 Útiles Sonoros o Esculturas Sonoras que emiten sonidos contemporáneos.
Para Orellana, un útil sonoro no es un instrumento musical en sí mismo, puede ser algo tan sencillo hasta algo más complejo, por ejemplo, “una flauta o un violín han sido fruto de una gran evolución de su manera de articular el sonido, mientras que un útil sonoro podría ser el sonido de tocar dos piedras o conchas marinas pequeñas, el fin es imaginar un sonido y darle cuerpo”.
Las primeras Esculturas Sonoras fabricadas por el maestro Orellana, nacen debido a la necesidad de la grabación de una serie de ambientes para la obra
Humanofonia (Sinfonia de la Humanidad, creada en 1971, que incluye algarabías, gritos, llantos, rezos, lamentos y fonemas indígenas, además de sonidos ambientales combinados, y en medio de la obra se recita un poema de Julio Fausto Aguilera).
En 1990, con la obra R
amajes de una marimba imaginaria, que nació a partir de
Humafonía, surgieron otros útiles sonoros y formas esculturales, así como nuevas formas de desplazamiento del sonido de la marimba, es decir “la marimba imaginaria es toda esa serie de útiles sonoros derivados de la marimba”, afirma Orellana.
Años después y debido a la necesidad de un sonido más transparente se crean los Útiles de Aluminio como el Cirlum y el Aluperlin.
Algunas de las ingeniosas esculturas se llaman: Burbuxa, Circumar, Frobui, Herroim, Imbaluna, Impomperia, Pinza-Fer, Periomin, Teclambor, Tortucir, Troam, Tubar, Ululante 1, Sonarimba y Sinusoido, en determinado momento Orellana utilizó para al fabricación de estos útiles filtros de cigarros, hilo de pescar, collares, esponjas y cuerdas de piano, entre otros materiales.
Conozca el sonido de estos útiles sonoros:
¿Por qué utilizar la marimba como sonido básico en los Útiles Sonoros?
“Me di cuenta que ese instrumento es una constante de nuestro paisaje sonoro con un sonido original, con mucha riqueza. Al captar este paisaje resonante decidí experimentar e idealizar un ambiente mágico con Humanofonia”.
Los primeros útiles sonoros creados por Orellana que se derivaron de la marimba fueron la Sonorimba, Circumar y los Sinusoidos, respetando su sonido básico, el de la tablilla percutiva y continuó experimentando y creando con materiales como el aluminio, hierro, cañas de bambú, tecomates y caparazones de tortugas, entre otros.