De jeans, playera blanca, chaqueta gris y bufanda al cuello para resguardarse de la fría noche, Marc Anthony apareció en el escenario a las 22 horas, pero antes los asistentes fueron sorprendidos con el espectáculo del imitador Julio Zabala que se metió en la piel de Bob Marley, Celia Cruz, Juan Gabriel y Julio Iglesias.
“Buenas noches. Gracias por darme la oportunidad de estar con ustedes”, fueron las primeras palabras que el salsero con más de 12 millones de discos vendidos expresó luego de cantar Y hubo alguien y Hasta ayer.
Marc Anthony se presentó en Guatemala (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián).
El recorrido musical continuó con Flor pálida una de sus nuevas canciones, Contra corriente y como homenaje a Juan Gabriel interpretó Abrázame muy fuerte, para seguir con ¿Y cómo es él?, de José Luis Perales.
Velada única
Poco a poco el ambiente se calentó, mientras suéteres y gorros fueron desapareciendo entre el público que convirtió el estadio en una pista de baile al ritmo de canciones como Vivir lo nuestro, la cual el artista indicó le recuerda a un viejo amor; siguió con Qué precio tiene el cielo y Te conozco bien.
Marc Anthony se presentó en Guatemala (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián).
Aplausos, gritos y más de algún Marc Anthony te amo fueron parte de las manifestaciones de cariño que los guatemaltecos expresaron al puertorriqueño que lanzó besos al aire, bailó cómo solo él lo sabe hacer, tocó los timbales y cantó sin decepcionar a sus admiradores.
Marc Anthony se presentó en Guatemala (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián).
En esta fiesta musical no podían faltar los temas Mi gente, que dedicó a todos los guatemaltecos, y Tu amor me hace bien.
Vivir mi vida fue uno de los temas más esperados de la noche.
Para cerrar con broche de oro la hora y media de música, el artista interpretó la canción que desde el principio muchos esperaban: Vivir mi vida, la cual fue coreada de principio a fin por los asistentes que quedaron complacidos con el show. Juegos pirotécnicos iluminaron el cielo como punto final de esta velada salsera, que valió la pena.