“Han pasado 10 años. Me siento bien. Estoy sobrio, todo esto es una etapa oscura de mi pasado”, dijo a la revista Variety.
La película, Hacksaw Ridge transcurre durante la Segunda Guerra Mundial con la religión como hilo conductor.
Narra la historia real de Desmond Doss —Andrew Garfield—, quien se alistó en el ejército para salvar vidas en el frente como médico, pero se negó a empuñar un arma por convicción.
“He hecho un buen trabajo con Hacksaw Ridge y sé que para muchos estoy de vuelta, pero yo nunca me fui”, afirmó a EFE. “Nunca dejé de trabajar, simplemente no lo hacía de forma tan prolífica. Ahora vuelvo y quiero seguir haciendo esto. Se me da bien y me encanta”, dijo.
A juzgar por las críticas, el regreso de Gibson detrás de la cámara se prevé un éxito y podría llevarlo a los premios Óscar, lo que supondría el “perdón” oficial de una industria con la que Gibson mantuvo un gran idilio gracias a Braveheart (1995), premiada con cinco estatuillas.